El punto final que esta semana se le puso a la macabra historia de la muerte de la nieta del fundador de la Universidad de los Andes
Helena Laserna, incapaz de defenderse, fue robada, escondida por dos años, al parecer murió de inanición y su cuerpo fue entregado a su madre en unas lonas. En el entretanto, a su mamá le sacaron millonarias sumas de dinero