Era impotente sexual, descubrió el placer en la asfixia erótica hasta que mató por primera vez y ya no pudo parar
John Reginald Christie había encontrado la manera de superar la falta de erección jugando a asfixiar a sus parejas hasta que un día mató a su primera víctima. A partir de ese momento estranguló a otras 8 mujeres –entre ellas una niña –, incluida su esposa