El día que cuatro ladrones inexpertos se llevaron más de siete millones de dólares de un aeropuerto sin disparar un solo tiro
El 6 de noviembre de 2005, hace exactamente veinte años, el cubano americano Karls Monzon y tres cómplices entraron al almacén de la transportadora de caudales Brinks en la central aérea internacional de Miami y perpetraron uno de los asaltos más espectaculares en lo que va del siglo. Una idea nacida por casualidad, un plan basado en series de televisión y el error de uno de ellos que llevó a su captura cuando el FBI no los tenía en la mira