A medio siglo del brutal asesinato del capitán Humberto Viola y su hija de 3 años por el ERP y la lucha perdida de su viuda
“Con las familias no se meten”, le decía el militar a su esposa, María Cristina “Maby” Picón, pero el 1° de diciembre de 1974, en el centro de San Miguel de Tucumán, a los terroristas no les importó disparar dentro del vehículo en el estaban sentadas sus hijas de 3 y 5 años, mientras su mujer embarazada de cinco meses gritaba. El reclamo de justicia que nunca llegó, la indemnización a los terroristas y un triste tatuaje