De día era un respetable empresario, de noche un asesino serial: Herbert Baumeister mataba y enterraba a sus víctimas en la granja donde jugaban sus hijos
Atraía a sus víctimas con promesas falsas, pero sus oscuros secretos salieron a la luz tras el escalofriante descubrimiento de más de 10.000 restos humanos en su propiedad