Solo, abandonado y aterrado: así murió Stalin, el sangriento dictador al que Putin quiere imitar
Lo derrumbó un derrame cerebral el 1 de marzo de 1953. Agonizó hasta su final, el 5. Por temor, nadie atinó a tocarlo. Por la feroz lucha de poder que se desató en la URSS, sus camaradas lo dejaron morir. Atrás, dejaba millones de muertos, un régimen de terror y una criminal obsesión con Ucrania. Hoy, es el espejo de Vladimir Putin que intenta rescatar aquellas supuestas glorias de la “Rusia histórica”