Laprida, de la gloria de presidir el Congreso que declaró la Independencia a una muerte horrorosa en la guerra civil
El prócer sanjuanino, a menudo olvidado, fue enviado por el general San Martín a Tucumán. A su regreso se vio enfrascado en las luchas por el poder entre unitarios y federales. Tuvo un final espantoso. Para Domingo Sarmiento -a quien le salvó la vida-fue el "hombre que más honró San Juan". Jorge Luis Borges, que descendía de él, le dedicó el Poema Conjetural