El cadáver vejado de Evita como trofeo y la historia secreta de la famosa que ayudó a terminar con el horror
El 3 de septiembre de 1971, en Madrid, Perón lloró al recibir el cuerpo desnudo y maltratado de su esposa. Antes, el cadáver había sido humillado por el teniente coronel Moori Koenig, quien se lo había exhibido a una espantada María Luisa Bemberg como un trofeo de guerra. El papel que ella jugó para que fuera enterrado, la tumba con nombre falso y el largo camino hasta que fue restituido