Viajó a dedo por el Sahara, fue voluntario para la Madre Teresa en Calcuta, creó un festival de tango en Japón y hoy necesita ayuda
Santiago Herrera se fue en 1989 de la Argentina con 600 dólares y emprendió una vida nómade que lo llevó a vivir aventuras por 40 países. En la ciudad de Fukuoka, Japón, encontró su lugar en el mundo. Formó una familia, difunde la cultura latina y creó los eventos más importantes de tango y de salsa de Asia. La pandemia puso en jaque todas las actividades. Ya recibió el apoyo de Juan Luis Guerra y León Gieco, entre otros