Catorce muertos, un “traidor” y un suicidio: el sangriento alzamiento militar que selló el destino de los carapintadas
El 3 de diciembre de 1990, una rebelión encabezada por el coronel Seineldín intentó si no derrocar al entonces presidente Carlos Menem, forzar cambios en la conducción del Ejército e imponer sus propias condiciones a una sociedad que había vivido aterrada los anteriores alzamientos y veía ahora cómo los rebeldes sellaban a sangre y fuego sus pretensiones