Wallis Simpson, la mujer que hizo abdicar a un rey, llamaban “hechicera sexual” y sufrió el desprecio de Isabel II
En la década del ‘30, el rey Eduardo VIII se enamoró perdidamente de ella y resignó el trono británico. Le dijeron bruja, ninfómana, advenediza, espía nazi, plebeya y hermafrodita. Casi un siglo después, otra plebeya, norteamericana y divorciada como ella, Meghan Markle, enfrentó las severas reglas de la corona por su boda con el príncipe Harry
La discreta boda del Duque de Windsor y Wallis Simpson: 16 invitados, un vestido azul y la familia real ausente
Era el rey de Inglaterra y se había preparado toda su vida para eso, pero decidió conformarse con ser duque, con tal de vivir al lado de la mujer por la que había perdido la cabeza. Y la corona. Con toda la familia en contra, se casó en una pequeña ceremonia en un castillo francés, rodeados de un puñado de amigos íntimos. Los gastos desorbitados en ropa y joyas y el deseo del duque de ver a su mujer como una reina
Wallis Simpson, la “mujer ordinaria” y “hechicera sexual” que enamoró al rey y puso en jaque a la monarquía británica
Hace 35 años moría la mujer que provocó que Eduardo VIII la prefiriera a ella antes que a su trono. Injuriada y despreciada decidió vivir según sus reglas y no las que la sociedad le imponía. La prensa, escandalizada con el romance, la llamó bruja, ninfómana, advenediza, espía nazi, plebeya y hermafrodita. Mucho antes que Meghan Markle ella enfrentó a las duras reglas de la corona