Era una promesa del fútbol, se hizo adicto, llegó a pesar 40 kilos y vivió bajo un puente: el duro camino para sanar
Jonathan Ariel Castillo jugaba en las inferiores de Independiente. Luego de deslumbrar, una temporada en el banco y un amor que lo abandonó y reapareció con una hija lo frustraron. Abandonó el deporte y comenzó a consumir drogas y a delinquir. En su peor momento pidió ayuda en el Sedronar y se internó en la Fundación Creer es Crear. Hoy, a los 38 años, la vida le dio revancha