El acoso escolar no es un “juego de chicos”
Sus consecuencias son peligrosas y es el deber de todos escuchar a las víctimas, hablar por ellas y acompañarlas. El caso de éxito del método KiVa, implementado por Finlandia en 2006 para combatir el bullying en las escuelas y replicado por otros países del mundo