A desmanicomializar, a desmanicomializar….
La palabra desmanicomialización es difícil de pronunciar, pero aún más difícil de llevar a la práctica, porque implica desandar prejuicios, prácticas instituidas y resistencias corporativas. Pero aun así, es necesario. No sólo nos obliga la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, sino también la evidencia de decenas de miles de personas que en lugar de recuperarse se han cronificado en ese tipo de instituciones