Su esposo la abandonó y dejó de creer en el amor, pero gracias a su pequeña hija encontró al hombre de su vida
Después de fracasar en su matrimonio con quien había sido su primer novio y quedar en la calle, Viviana se propuso nunca volver a enamorarse y dedicó la vida sólo a ser madre. Marco, por su parte, se había prometido jamás estar con una mujer que fuera madre. Dos mundos opuestos que tenían que conocerse para sanar