Antes de matar, las sometía a sus atroces fantasías sexuales: el amoroso marido y padre que escondía un asesino serial
Dennis Rader era un ciudadano ejemplar de Wichita, un padre adorable, pastor en la Iglesia Luterana, funcionario público e instructor de boy scouts. Cuando comenzaron los crímenes envió una carta a los medios para que lo llamaran BTK, las iniciales de “Bind, Torture and Kill” (atar, torturar y matar). Durante décadas nadie pudo identificarlo, hasta que cayó por un error