León Ferrari, el artista “blasfemo” para el clero católico y su padre Augusto, que construía y pintaba iglesias
El mayor de los Ferrari nació en Italia y recién a los 20 años recibió el apellido de su padre biológico. Llegó a la Argentina con un contrato para pintar una iglesia y no se fue más. Aquí construyó basílicas y templos, se casó y tuvo a su hijo León, un provocador artista duramente criticado por Jorge Bergoglio, cuando era Arzobispo de Buenos Aires