Consolador, infiel, “se hizo señorita”, “la puta que te parió”: ¿por qué empezamos a poner la lupa sobre algunas palabras?
Todavía es común escuchar decir “consoladores” y hay quienes ven allí la omisión del placer sexual y quienes destacan la reapropiación del lenguaje. Muchos de los insultos que usamos a diario están “feminizados” (la de tu tía, la de tu hermana) y hay otras expresiones que se usan sin distinción de los genitales que portemos: “Me la re baja”. ¿Se deja de ser fiel y leal a una pareja por tener sexo con otras personas?