La terrible ejecución de un niño de 14 años, el condenado a muerte más joven de EE.UU., y la verdad revelada siete décadas después
George Junius Stinney era un niño negro en 1944, cuando lo acusaron injustamente de matar a dos nenas en Carolina del Sur. En un juicio relámpago, un jurado de hombres blancos lo condenó a morir y el verdugo debió sentarlo sobre una guía telefónica para ponerle los electrodos de la silla eléctrica en la cabeza. Setenta años después, su hermana Aime logró que reabrieran el caso y lo declararan inocente