Las casas, campos y palacios a los que Carlos III tendrá que decirle adiós tras su proclamación como rey
Con la muerte de Isabel II, el nuevo monarca tendrá que reajustar su vida cotidiana debido a que las residencias oficiales y privadas de la reina, ahora pasarán a ser suyas y las que a él le pertenecían, se trasladarán a su heredero para satisfacer las exigencias de Estado