Las últimas horas del “cura de los pobres”: fútbol, cuatro balazos y el intento por salvarlo mientras se desangraba
El sábado 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mugica almorzó junto a sus padres en la casa familiar de La Isla, uno de los barrios más caros de la ciudad de Buenos Aires. Luego se fue a jugar al fútbol en San Isidro con sus compañeros de un equipo denominado “La Bomba”. Y por la noche concurrió a la capilla San Francisco Solano en Liniers. Allí lo mataron. Paso a paso, la crónica de una jornada negra de la década del ‘70