Viajó al Mundial de Italia 90, visitó el pueblo de sus ancestros y terminó descubriendo el secreto de su vida
José tenía 17 años cuando una abuela italiana, a la que había visto una sola vez, le pagó el pasaje para que fuera a visitarla y ver el Mundial. Era muy futbolero, venía de ver a Argentina campeona en el 86 y viajó a Italia extasiado. Pero allá, en un pueblo de tíos y primos desconocidos, escuchó una conversación que partió su vida al medio. Los parientes hablaban en un dialecto, creyendo que José no los entendía: se equivocaron.