
Ikechukwue Ndubuisi, alias “Anthony”, de 44 años y nacido en Nigeria, fue arrestado por el Departamento División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA, el área local de Interpol, mientras intentaba volver a la Argentina vestido con una camiseta de River Plate.
“Anthony” no solo tenía una circular roja de Interpol en su contra ordenada por la Justicia argentina; también lo habían marcado con una notificación plateada, otra herramienta empleada por Interpol para detectar movimientos de dinero sucio.
Por qué volvió a la Argentina en un vuelo desde Etiopía, vía Brasil, es algo difícil de entender.
Ndubuisi era buscado desde 2022 por el juez Manuel De Campos, que había pedido su arresto internacional por supuestamente formar parte del alto mando una megabanda de estafadores nigerianos y venezolanos que atacaban a mujeres solas con cuentos del tío para quitarles miles de dólares. Empleaban guiones clásicos del rubro, el soldado soltero en problemas, cosas así. Fueron allanados: les incautaron un millón y medio de dólares falsos en diversos allanamientos.

El daño total de la estafa, calculan fuentes de la causa, superó los $200 millones de pesos en valores de 2021, poco más de 1,1 millones de dólares al cambio de la cotización blue de aquel año.
A una mujer porteña, por ejemplo, le quitaron 2 millones en 2020 vía Telegram con una historia centrada en un falso marine norteamericano, ya retirado, que custodiaba pozos petrolíferos en Siria. El ex marine pedía depósitos y giros, una y otra vez. Quienes los cobraban eran dos operadoras de la banda.
A otra mujer porteña de 75 años le robaron 2,7 millones en moneda argentina con otra mentira de amor. Esta vez, el personaje fue un ingeniero geofísico, también estadounidense. Cuatro cobradores se encargaron de desplumarla. Tres de ellos están identificados y procesados. Un tercero operaba, se cree, en Tailandia.
En la cima de la pirámide, por encima de “Anthony”, se encontraba un jugador misterioso. Obinna Chukwuemeka Ejikeme, alias “Bobby” pasó de vivir en una piecita a pocas cuadras de la estación de tren de Morón a ser el presunto cerebro de la operación. “Anthony” fue uno de sus principales lugartenientes, confirman fuentes del caso.
Alrededor de “Bobby”, cuyo teléfono fue intervenido, con conversaciones detectadas en el dialecto igbo de Nigeria, se encuentra otra sospecha. El dinero que recolectaba la banda que lideraba junto a “Anthony” iba rumbo a Nigeria, vía sistemas como Western Union: De Campos y detectives de alto rango de la ex Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal creen que la banda alimentaba las arcas de la guerrilla terrorista de Boko Haram.
La causa del Juzgado N°5 que lo investiga comenzó en 2019. “Bobby” continúa prófugo, con otra circular roja de Interpol en su contra. Anthony, por su parte, se negó a declarar este viernes y quedó detenido, a la espera de que se resuelva su situación procesal.
Una valija
Este cronista, que cubre el caso desde su comienzo, conserva en sus archivos un informe reservado del expediente y lo que revela es, al menos, inquietante.
El reporte de inteligencia habla de triangulaciones de dinero vía Western Union y de una novia argentina de “Anthony”, cómplice en el caso. “Bobby” también tuvo una pareja local, investigada por De Campos.

En el caso se detectó un mensaje de texto en el celular de Ndubuisi, que apuntaba a un ingreso de plata por Western Union. Al parecer, no se trataba solo de dinero proveniente de las estafas, sino también de contrabando de droga.
El informe detalla un diálogo entre un miembro de la banda y la novia argentina de “Anthony”, para que pueda “obtener el boleto aéreo que lo transportara a la ciudad de San Pablo”, Brasil. Allí, iba a ser recibido por un familiar de Ikechukwue Ndubuis, “el cual se encargará de entregarle una valija con sustancia estupefaciente oculta para que luego tome otro vuelo con destino a Rumania”.
De ese informe se desprende que a este miembro “le habrían ofrecido, a cambio del futuro viaje, unos tres mil dólares estadounidenses o su equivalente en moneda argentina”. En todo caso, esto no parece algo nuevo para la Justicia. El rol de nigerianos radicados en el país con el contrabando micro de droga a zonas de alto riesgo como Tailandia, Australia o China ha sido investigado en numerosas ocasiones.
La causa contra la banda de “Bobby” es un expediente maratónico que comenzó gracias a una pericia realizada al teléfono de un estafador colombiano detenido en el barrio porteño de Montserrat ese mismo año, con la división Investigación de Delitos Tecnológicos de la Dirección de Lucha Contra El Cibercrimen de la Policía Federal.
El 17 de noviembre de 2023, por ejemplo, el juez De Campos amplió los procesamientos contra 22 sospechosos del caso. La gran mayoría de los acusados aquella fueron mujeres extranjeras, principalmente, de nacionalidad venezolana, la mano de obra de los jefes nigerianos.
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