El macabro caso del dealer de 67 años acusado de violar a sus víctimas y fotografiarlas

Héctor Leonel R. es un trashumante. Vivió durante largo tiempo en la Patagonia, principalmente en Puerto Madryn, Chubut; fue trabajador petrolero y monotributista. Con el tiempo, llegó a Concepción del Uruguay, Entre Ríos. El domingo pasado, a sus 67 años y sin una jubilación a su nombre, fue detenido por la Policía Federal. Está acusado de una serie de delitos sumamente sórdidos: vender droga, violar a sus clientas cuando se encontraban indefensas e, incluso, fotografiarlas desnudas, según los dichos de al menos una de sus víctimas.

La captura fue realizada por la DUOF Concepción del Uruguay, que depende de la Superintendencia de Agencias Federales de la PFA, con un expediente a cargo del fiscal Eduardo Santo que se había iniciado en enero de este año.

De acuerdo a documentos del caso a los que accedió Infobae, en la causa judicial se encuentran identificadas cuatro víctimas: una llegó a la Justicia a partir de una llamada anónima, dos se presentaron en tribunales y otra fue identificada a través de tareas investigativas.

Al menos una de ellas aseguró haber sido violada en repetidas ocasiones.

Así, el fiscal Santo requirió los allanamientos de tres objetivos a la titular del Juzgado de Garantías de Concepción del Uruguay, Alejandrina Herrero, así como el arresto de Héctor Leonel.

Los procedimientos se hicieron en inmediaciones de las calles Galarza y Ugarteche, otro en la calle Juan Domingo Perón y el restante, en el interior de un loteo sito sobre la calle Allende.

El acusado fue capturado el domingo pasado por la noche, acusado del delito de abuso sexual agravado y venta de estupefacientes. Según la causa, a veces, les daba las drogas gratis a sus víctimas.

Había, también, dos mujeres en uno de los lugares allanados: fueron evaluadas por un equipo de psicólogos a fin de establecer si también podrían ser consideradas posibles víctimas.

También, se hallaron juguetes sexuales. Los objetos fueron de particular interés: de acuerdo a un informe del caso, coinciden con el relato de una víctima. Se encontró, incluso, una cartuchera con más de 20 CDs.

Además, al sospechoso se le secuestraron siete gramos de cocaína, así como cinco celulares, dos cámaras digitales y sus computadoras, que podrán ser peritadas en profundidad.

Allí, en medio de los procedimientos, se realizó lo que suele llamarse en criminalística un triage digital, una apertura de dispositivos para ver qué se puede encontrar a simple vista, sin la necesidad de tecnología forense avanzada. Lo que hallaron los investigadores fue un poco inquietante.

En una primera revisión de un teléfono celular y de una cámara digital secuestrados en el procedimiento, se observaron fotos y videos del imputado mientras tenía sexo con mujeres, asegura un detective del caso a este medio. Si esas mujeres eran víctimas de un abuso es algo que deberá determinar la Justicia.