Un insólito y altamente violento hecho de inseguridad ocurrió este último sábado en Cuartel V, zona de Moreno, cuando un grupo de motochorros intentó asaltar a un grupo de efectivos de la PFA que dejaban el lugar tras realizar un allanamiento, en el marco de una causa narco bajo la firma del Juzgado N°1 de la jurisdicción.
En el hecho, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, cuatro delincuentes a bordo de dos motos intentaron robarle una moto Honda XTZ250 a uno de los policías, miembro de la Superintendencia de Drogas Peligrosas. La moto era un móvil de la fuerza, sin identificación visible.
De acuerdo a la versión policial, los delincuentes habrían disparado primero. El policía que conducía la moto que los delincuentes buscaban robar sufrió un disparo a la altura del hombro izquierdo, que fue resistido por su chaleco de kevlar. Otros efectivos y delincuentes comenzaron a disparar.
Así, uno de los ladrones resultó herido. Recibió tres disparos; uno en la ingle izquierda, otro en el hombro izquierdo y uno en el muslo derecho, todos con orificios de entrada y salida. Poco después, fue detenido. Según información policial, le secuestraron un revolver calibre .22. Un segundo sospechoso, que sufrió escoriaciones tras caer a un zanjón en su fuga, también fue arrestado. Los dos restantes lograron escapar a bordo de sus motos. El vehículo que los ladrones intentaron llevarse, por su parte, recibió varios impactos de bala en el neumático delantero.
La UFI N°2 de Moreno, a cargo de la fiscal Karina Saucedo, está a cargo de esclarecer el hecho. Por lo pronto, incautó las armas de los policías presentes y los citó a brindar declaración testimonial. Ninguno de ellos se encuentra imputado.
La Matanza: cómo sigue el caso Thiago
La situación es diferente para Facundo Aguilar, el efectivo de la PFA acusado de la muerte de Thiago Correa, baleado por el policía en medio de un intento de asalto en Ciudad Evita. Cuatro delincuentes -al menos, uno de ellos armado con un revolver calibre .38- rodearon a Aguilar en la esquina de Crovara y Madrid. Aguilar se identificó como policía. Así, comenzó un enfrentamiento donde se dispararon once balas.
Brandon Corpus, uno de los delincuentes, terminó muerto. Otros dos sospechosos fueron baleados en las piernas. Thiago, que se encontraba a 50 metros junto a su padre, recibió un disparo en la cabeza. Falleció en la noche del viernes en el Hospital de Niños de San Justo.
El fiscal Diego Rulli, a cargo del caso, parte de la UFI de Homicidios de La Matanza, decidió imputar a Aguilar por el delito de homicidio en exceso de legítima defensa y lesiones graves en el caso de los delincuentes.
En el caso de Thiago, según confirmaron fuentes de la causa, la imputación queda por redefinirse. Ayer por la noche, Rulli -que ya indagó a Aguilar y deberá indagarlo de vuelta tras la muerte- aguardaba el resultado de la autopsia al cuerpo del chico. En base a ese resultado, definirá si Aguilar es acusado de homicidio culposo o del delito de homicidio simple con dolo eventual.
El fiscal, por lo pronto, no tiene dudas de que la bala que mató a Thiago provino de la pistola Bersa Thunder reglamentaria del policía, dada la trayectoria del disparo.
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