El detalle en la declaración del detenido por matar a un motochorro en Merlo que lo dejó en libertad

Thiago Vázquez quedó libre luego de su noche de furia. El joven de 21 años que atropelló y mató en Merlo a un motochorro que supuestamente asaltó a su novia en Ituzaingó -y que arrolló a otro, menor de edad- fue excarcelado ayer martes tras su indagatoria ante la Fiscalía de Menores N°1 de Morón, a pesar del pedido del fiscal del caso, que requirió que quede bajo arresto ante una posible inconsistencia en su relato.

La acusación en su contra es al menos grave: homicidio simple y tentativa de homicidio. Sin embargo, la Justicia decidió que continúe el proceso en su contra fuera de una celda. El cuerpo de Marcos Ceballos, el motochorro al que le quitó la vida, enfrentará su autopsia en las próximas horas, con severos traumatismos en el cráneo y en el tórax determinados por el primer análisis de Policía Científica.

Su cómplice de 17 años, oriundo de Merlo tal como Ceballos, continúa bajo arresto en el hospital Eva Perón de Merlo, estable y sin riesgo de muerte.

El hecho fue revelado por un llamado al 911, que alertó sobre la presencia del motochorro y su cómplice heridos en el pavimento, en la esquina de San Antonio y Palmar. Junto a Ceballos, ya muerto, la Policía Bonaerense encontró un revolver calibre 22. A pocos metros del arma, el menor de edad gritaba con una herida en una de sus piernas. Allí, la Bonaerense encontró a Thiago Vázquez, oriundo de Ituzaingó, que fue arrestado en el acto.

El joven aseguró en la escena que su novia había sido asaltada en la esquina de Aguaribay y Haití, en Ituzaingó, a 30 cuadras de distancia. Al oírlo, salió junto a un amigo y a su pareja a perseguir a los supuestos delincuentes. La novia reconoció en el acto a uno los atropellados y a su moto; el vehículo había sido robado horas antes en Merlo.

En su indagatoria, Vázquez eligió declarar. Allí, relató su versión de los hechos.

Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, Vázquez afirmó que se encontraba en casa de su novia cuando llegó la joven y afirmó que le habían robado. Allí, decidió hacer la denuncia en una comisaría de la zona. Poco después, al salir, se cruzó con un amigo -posiblemente su acompañante en el Peugeot 207-, que le aseguró que “vio a quienes le habían robado a su pareja y que podría reconocerlos”, afirma un investigador del caso.

De inmediato, salieron en búsqueda de los motochorros, hasta que hallaron a Ceballos y su cómplice a treinta cuadras de distancia. Los supuestos motochorros iban en dos motos; su amigo marcó a una de ellas. Entonces, Vázquez embistió. Aquí, en el momento crítico de la secuencia, hay un posible hueco en su historia que llevó a la fiscalía a dudar de sus palabras.

“Vázquez afirmó que, supuestamente, la moto toca el cordón y pierden el equilibrio, que no le tiró el auto encima a los presuntos ladrones ni los encerró”, asegura un investigador clave.

Para la fiscalía, el joven de Ituzaingó habría encerrado a los motochorros. Sin embargo, el juzgado de garantías que interviene en el caso aseguró que no hay elementos para sostener ninguna hipótesis hasta que no se realicen las pericias correspondientes y que, por lo pronto, correspondía que Vázquez salga en libertad.

El juzgado, por otra parte, también adoptó la decisión de no detener al cómplice de Ceballos, que continúa bajo investigación.