Juicio por la muerte de Maradona: declaran los médicos que detectaron el hematoma en la cabeza de Diego

Es paradójico: el número que históricamente se utilizó para hacer referencia a Diego Armando Maradona, será el que enumere este jueves una audiencia clave en el juicio por su muerte, en el que la Justicia busca determinar si en su fallecimiento hubo responsabilidad del equipo médico que lo atendió durante sus últimos días y que tiene a siete imputados en el banquillo.

La 10° jornada de debate oral, que se lleva a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de San Isidro, tendrá como protagonistas a cinco profesionales de la salud que fueron fundamentales para salvarle la vida a Diego tan solo tres semanas antes de morir.

Se trata de quienes atendieron al Diez en el sanatorio IPENSA de La Plata, a donde el astro del fútbol asistió a principios de noviembre de 2020 para hacerse un “control de rutina”. O, al menos, eso le habían dicho a él y a su ex pareja, Verónica Ojeda, según declaró el pasado martes.

Sin embargo, esos análisis no tuvieron el resultado que todos esperaban. Por el contrario, los médicos que ahora declararán en el juicio le detectaron un hematoma subdural en la cabeza por el que debía ser operado de urgencia.

La cronología que le sigue a ese diagnóstico es el que ya se conoce: Diego fue derivado a la Clínica Olivos para ser sometido a la cirugía, que salió exitosa, y tras el alta hospitalaria lo trasladaron a una casa del barrio San Andrés, en Tigre, para continuar con sus cuidados en una presunta “internación domiciliaria”.

Las comillas son porque, durante este debate oral, los fiscales Cosme Iribarren y Patricio Ferrari intentan probar que esa vivienda en realidad nunca fue acondicionada para el seguimiento médico que Maradona requería.

En este sentido, ya varios testigos, incluyendo sus propios familiares y vecinos, aseguraron que no había ninguna aparatología en su interior, como así tampoco una ambulancia a disposición.

Los testimonios de los médicos, que hablarán ante los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach, serán importantes porque brindarán un panorama claro de cómo estaba físicamente Maradona antes de ser internado para la operación.

En sus relatos, podrían aportar información relevante de la situación clínica del Diez. La acusación busca puntos sobre la situación del imputado Leopoldo Luque, neurocirujano y médico de cabecera de Diego al momento de la muerte, cuya defensa alega que el fallecimiento de Maradona no se podía prever.

El nombre de Luque resonó, por ahora, en las 10 audiencias del juicio, que ya cumple un mes desde su comienzo: todos los testigos allegados a Diego lo identificaron como el responsable de su salud y hasta fue mencionado por las propias hijas y hermanas del ídolo como quien las “convenció” de llevarlo a una internación domiciliaria tras la operación.

Este martes, Ojeda también lo nombró al hablar de la intervención quirúrgica que, presuntamente, él había hecho. Según su testimonio, tiempo después de la muerte de Diego, toda la familia se enteró de que Luque no había sido quien lo operó.

“A nosotros nos dijo Luque que lo había operado, que la operación había salido un éxito, y después nos enteramos de que había otros médicos que habían operado a Diego. Nos mintieron a todos, se nos rieron en la cara. Una vergüenza”, dijo.

La segunda más nombrada por los testigos es Agustina Cosachov, la psiquiatra imputada, quien fue mencionada por varios como la segunda de Luque. El día de la muerte, ella estaba en la casa de Maradona. La acusación remarca que no le hizo RCP a Diego, mientras que su abogado, Vadim Mischanchuk, busca probar que sí.

En el banquillo de los acusados también está Carlos Díaz, psicólogo y el último en sumarse al equipo médico personal de Diego a fin de tratar su problema de adicciones. Él fue mencionado en varias declaraciones como quien determinó, en los últimos días, que los familiares no fueran a visitarlo a Maradona para “dejarlo tranquilo”.

Según su defensa, la medida fue decidida para comenzar a un proceso lento de revinculación con su gente, pero sin agobiarlo. Díaz, a diferencia de Cosachov y Luque, es el que más veces asistió al juicio.

Los otros imputados son el enfermero Almirón y su jefe, Mariano Perroni; la coordinadora de medicina prepaga Nancy Forlini; y el médico clínico que no llegó a atender a Maradona Pedro Di Spagna. Hasta ahora, son los menos nombrados y la mayoría de los testigos -con algunas excepciones- dijeron no conocerlos.