El conmovedor mensaje de la hermana de Catalina Gutiérrez tras la condena a prisión perpetua de Néstor Soto

Lucía se expresó en redes sociales luego de la sentencia. “Podés descansar en paz”, escribió entre otras sensaciones. Las duras palabras que le dedicó al asesino

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Néstor Soto y Catalina Gutiérrez.
Néstor Soto y Catalina Gutiérrez.

Horas después de que Néstor Soto, el femicida de Catalina Gutiérrez, fuera condenado a prisión perpetua por los jueces Susana Frascaroli, Horacio Carranza y María Gabriela Rojas Moresi, del Tribunal II, tras el veredicto emitido por un jurado popular, Lucía, la hermana de la víctima, volcó sus sensaciones en las redes sociales con un conmovedor mensaje.

“Se hizo justicia, angelito mío. Podés estar en paz”, escribió Lucía Gutiérrez en una de las stories que compartió en su cuenta de Instagram, acompañada de una fotografía en la que aparece, en segundo plano, junto a Catalina.

En esa línea, la joven agregó: “Prometo honrar tu vida para siempre, hasta mi último día de vida”. Y completó: "Te amo con mi alma entera“.

Momentos después, y a través de la misma red social, Lucía le dedicó unas fuertes palabras a Soto, quien confesó el crimen durante la audiencia realizada el pasado martes. “Y a vos basura, te deseo LO PEOR de la vida. La justicia humana no repara pero castiga. Que te pudras ahí adentro, que sufras cada día el triple de lo que nosotros sufrimos“, imploró en su descargo. E iracunda, concluyó: ”Que te maten los pensamientos de tu cabeza, recordando lo que le hiciste a tu amiga".

Las stories que compartió la
Las stories que compartió la hermana de Catalina Gutiérrez en su cuenta de Instagram.

Durante la audiencia de este miércoles, antes de que se conociera el veredicto, Eleonora Vollenweider, la madre de Catalina, habló ante el tribunal y se dirigió directamente a Soto. “Mi hija está en un cajón por culpa tuya”, le dijo mientras él mantenía la mirada baja.

Vollenweider relató el dolor por la pérdida de su hija y le pidió a Soto que la mirara. “Me gustaría que me miraras Néstor, mirame. No te voy a volver a ver. Lamento tanto el día que Catalina te conoció”, expresó. A pesar de la insistencia, Soto permaneció con la cabeza gacha.

La madre de Catalina Gutiérrez
La madre de Catalina Gutiérrez durante el juicio.

El crimen ocurrió el 17 de julio de 2024, cuando Catalina pasó a buscar a Soto en su auto para ir a una reunión con amigos en Patio Olmos. La mató en la residencia que alquilaba en barrio Jardín y abandonó el cuerpo en el Renault Clio de la víctima, en la zona de Ampliación Kennedy, donde intentó incendiarlo para ocultar el asesinato.

La confesión

Soto había confesado el femicidio este martes, en la anteúltima audiencia del juicio. En una declaración cargada de detalles escalofriantes, admitió que la asesinó con la maniobra del “mataleón” tras una discusión en su departamento. “Se me apagó la tele”, dijo al intentar explicar por qué lo hizo.

El detenido relató que la discusión comenzó cuando Catalina llegó a su vivienda y le reprochó, supuestamente, no haberla invitado a una reunión con amigos mientras él terminaba de arreglarse para salir a dicho encuentro.

“Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió: ‘Dale, culiado, encima de que no me invitás, ¿te tengo que esperar?’”, afirmó Soto, y continuó: “Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije: ‘Tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me dio una cachetada'”.

Néstor Soto durante una de
Néstor Soto durante una de las audiencias del juicio en su contra.

Según su testimonio, él respondió violentamente. “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”, detalló.

En ese momento, reveló que le aplicó una maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años quedó inconsciente.

“Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, continuó su relato. La causa, sin embargo, desmintió su relato.