Femicidio de Catalina Gutiérrez: se escucharán los alegatos y el veredicto está cada vez más cerca

En la jornada de ayer, Néstor Soto reveló detalles escalofriantes sobre cómo mató a la joven

Guardar
Catalina tenía 21 años y
Catalina tenía 21 años y era estudiante de arquitectura

A días del inicio del juicio por el crimen de la joven influencer Catalina Gutiérrez en Córdoba, se escucharán hoy los alegatos y el veredicto contra Néstor Soto, el asesino confeso, está cada vez más cerca. De hecho, en el caso de que se alcance, la decisión del tribunal podría conocerse este miércoles.

Durante la jornada del martes, Soto ratificó nuevamente su culpabilidad en el femicidio y reveló detalles escalofriantes sobre cómo fue que mató a la joven. En ese sentido, el detenido admitió que la mató con la maniobra del “mataleón” tras una discusión en su departamento.

En la séptima audiencia, cada una de las partes expondrán sus alegatos y, en el caso de que se alcance una decisión, el Tribunal dará a conocer su veredicto. La calificación contra Soto cambió el pasado viernes, cuando el fiscal Marcelo Sicardi propuso suplir el agravante de alevosía por el de criminis causa, sin cambiar el de violencia género.

Los últimos minutos de Catalina Gutiérrez

El detenido relató que la discusión comenzó cuando Catalina llegó a su vivienda y le reprochó, supuestamente, no haberla invitado a una reunión con amigos mientras él terminaba de arreglarse.

Néstor Soto reveló detalles escalofriantes
Néstor Soto reveló detalles escalofriantes del crimen

Él le explicó que aún debía cambiarse de ropa, a lo que ella reaccionó con la frase: “Dale, culiado, encima de que no me invitás, ¿te tengo que esperar?”. Soto señaló que esto lo irritó, por lo que le respondió de manera brusca y le pidió que se fuera. Fue en ese momento cuando Catalina, según su versión, le recriminó su actitud diciéndole: “Nesti, no podés ser tan pelotudo” y le propinó una cachetada.

Según su testimonio, él respondió violentamente. “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”, detalló. En ese momento, le aplicó la maniobra de estrangulamiento.

“Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, recordó.

Al percatarse de que la joven estaba muerta, el detenido contó que barajó la posibilidad de prenderse fuego junto con el cadáver, pero no pudo hacerlo. “Se me pasó por la cabeza matarme, agarrar el auto y chocar. Vi el alcohol arriba de la heladera y pensé: ‘Me prendo fuego acá en el departamento’. No sabía qué hacer, iba y venía, me senté y no entendía qué hacer”, aseguró.

Luego, subió el cuerpo a su auto y condujo hacia el sur hasta llegar al descampado, donde decidió dejar el cadáver junto al vehículo.

El lugar donde encontraron el
El lugar donde encontraron el cuerpo de Catalina

“Frené en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarré el alcohol, lo tiré en el piso y también me lo tiré a mí. Prendí un fósforo y se empezó a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar”, declaró.

Por todo esto, el fiscal entiende que Soto mató a Catalina para ocultar el delito previo que fue haberla golpeado, por lo que solicitó cambiar la imputación.

Además, durante el juicio, revelaron también que el asesino confeso envió una serie de mensajes al celular de su víctima como coartada: el objetivo era demostrar que él había estado esperándola en Patio Olmos y ella nueva llegó. “¿Qué onda gila?”, decía uno de esos mensajes, mientras que el último decía: “Che, ¿qué onda Cata? Era para avisarte que ya estoy en casa. No sé qué onda vos. Les dije a los chicos que se cancelaba. No venías más, ya ni me muestro enojado”. Luego, se encargó de descartar el cuerpo.

El dolor de la mamá de Catalina

Horas antes del relato de Soto, la mamá de la joven influencer, Eleonora Vollenweider, expresó: “Mirarlo a Néstor a la cara es muy doloroso, yo no dejo de mirar esas manos y solamente pienso que con esas manos apretó el cuello de mi hija hasta matarla. Después, decidió tirarla a un descampado, intentar quemarla, borrar huellas, tratar de salvarse él, nunca pensó en su amiga Catalina”.

“Necesito cerrar etapas. Si vos me decís: ‘Definí el odio’, yo le pongo la cara de Néstor. Por supuesto que lo odio y por supuesto que necesito que tanto la Justicia del hombre, como la Justicia divina sean implacables con él”, manifestó entre el dolor.

Al ser consultada sobre cómo era el asesino de su hija, Eleonora contó que “era un ser, si vos lo veías, lo veías como una persona normal, pero ahora cuando escuchás las barbaridades que dicen sobre él, te destroza el alma”. “Es como un monstruo de las películas, te tapas la cara para no mirarlo y al final lo tenía en mi mesa y no había forma de darte cuenta”, se lamentó en un diálogo con ElDoceTV.