Un menor de edad con antecedentes fue detenido por el crimen del joven que intentó evitar un robo en San Justo

Un menor de edad de 16 años, identificado como “Pepo”, fue detenido por la Policía Bonaerense a raíz del brutal asesinato de Luis Gabriel Quinteros, el joven asesinado por motochorros en San Justo, en el partido de La Matanza. Fuentes policiales indicaron a Infobae que el adolescente tiene antecedentes penales por tres hechos previos, el último, un robo cometido hace un mes y medio.

Quinteros fue baleado el pasado viernes a la noche, cuando intentó impedir el robo de motochorros a una vecina de la zona. El adolescente fue sindicado como uno de los sospechosos de haber participado en el violento ataque.

Fuentes del caso indicaron que “Pepo” sería el conductor de la moto, desde donde le dispararon al joven 32 años, quien estaba con sus amigos en la puerta de una barbería ubicada en la esquina de Coronel Lynch e Illia.

El menor, que cumplió años antes del homicidio, tiene antecedentes por resistencia a la autoridad y tenencia de arma de fuego, del 7 de diciembre de 2023; abuso de arma, del 17 de enero de 2023; y robo agravado por uso de arma del 31 de enero de 2021.

Fue arrestado tras seis allanamientos en los que se secuestró un casco color negro y una campera que habrían sido utilizadas en el momento del hecho.

La aprehensión del sospechoso fue concretada por personal de la Estación de Policía de Seguridad Departamental de La Matanza, dependiente del Ministerio de Seguridad bonaerense, según confiaron las fuentes consultadas por este medio.

La investigación, que inicialmente quedó bajo las órdenes del fiscal Diego Rulli, titular de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, pasó al fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del distrito.

El ataque ocurrió el pasado viernes alrededor de las 20:30, cuando dos ladrones, que circulaban a bordo de una moto, llegaron al lugar con el objetivo de robar otra moto que se encontraba estacionada, según indicó el El1digital.

Al percatarse de lo que sucedía, Quinteros y sus amigos comenzaron a gritar para intentar disuadir a los delincuentes y evitar que escaparan con el vehículo. Esta reacción provocó la agresión de los asaltantes, quienes, en respuesta, dispararon contra la víctima y sus acompañantes.

Herido de bala, Gabriel fue trasladado por sus amigos al hospital Paroissien, donde fue operado de urgencia. Finalmente, falleció cerca de las 3 de la madrugada del sábado.

Según pudo saber este medio, el resultado de la autopsia arrojó que Quinteros murió por un disparo recibido a la altura del abdomen.

Tras el crimen, vecinos de San Justo se agruparon el sábado por la tarde frente a la comisaria local para pedir mayor seguridad y exigir justicia.

“Tiraron porque son asesinos y están preparados para eso”, dijo este lunes Claudia, la prima de Quinteros, en diálogo con radio Mitre. “Le realizaron una cirugía de entre 3 y 4 horas, pero no pudieron hacer más nada", lamentó.

“Es horrible lo que estamos pasando, no sabemos cómo hacer esto, pero él nos va a dar fuerzas. Necesitamos por favor que nos acompañen en la marcha. Hoy vamos a movilizar hasta la comisaría de San Justo a las 19. Vamos a ir todos por Arturo Illia”, adelantó.

“Ya no sabemos cómo pedir que nos ayuden. Todos queremos vivir tranquilos, es injusto que ellos tengan más movilidad y sean más libres que todos nosotros. Por favor, no nos abandonen ahora”, rogó la mujer.

Hace dos meses, la localidad de San Justo fue escenario de otro crimen relacionado con motochorros. En esa oportunidad, el ataque se cobró la vida de Hilda Tello, una mujer que viajaba en un colectivo en horas del mediodía.

A unas pocas cuadras del lugar donde balearon a Quinteros, dos ladrones armados balearon un colectivo de la línea 174, mataron a la mujer de 45 años e hirieron a su hija, de 8.

El hecho ocurrió cerca del mediodía, en Coronel Lynch al 2000, donde los delincuentes intentaron asaltar a un vecino en la vereda mientras lavaba su auto. El colectivero, al ver la situación, trató de evitar el robo arrojando el vehículo sobre los ladrones, lo que provocó una reacción violenta: abrieron fuego contra el colectivo y huyeron del lugar.

Los disparos, que fueron registrados por una cámara de seguridad, alcanzaron a Tello en la zona del tórax y a su pequeña hija en una de sus piernas. La mujer falleció casi de inmediato, mientras que la menor fue trasladada a un centro de salud cercano en estado de gravedad. Una niña de 9 años, que también viajaba en el colectivo, resultó ilesa. “Me quedó el grito en la cabeza de la nena: ‘Mamá, mamá, despertate’”, relató una pasajera testigo del ataque. A su vez, describió cómo los cristales del colectivo estallaron debido a los disparos y cómo, al percatarse de lo sucedido, el chofer reaccionó rápidamente, llevando a las víctimas a una clínica cercana.

El caso quedó en manos del fiscal Adrián Arribas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción especializada en homicidios de La Matanza.