Los snacks con proteína de Luque y el reto a dos abogados: lo que no se vio del inicio del juicio por Maradona

La primera semana de audiencias estuvo enmarcada por distintos episodios que captaron la atención en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro

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Leopoldo Luque, médico personal de
Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, junto a su abogado Julio Rivas

Ahí es el juicio por Diego, ¿no?“, pregunta Luis, el conductor de una aplicación de viajes, al ver hacia dónde lo manda su GPS. Todavía faltan cerca de 15 minutos para llegar al Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro, pero ya todos saben lo que pasa desde el martes dentro del palacio de la calle Ituzaingó. Es difícil escapar a la noticia de que ya comenzó el juicio por la muerte del máximo ídolo del fútbol argentino. Cómo también es difícil escapar de la emoción que engloba al universo maradoniano.

Los fanáticos con banderas que están afuera de los tribunales sanisidrenses aún no se ven, como tampoco se escuchan sus gritos desesperados que piden “Justicia por Dios”. Así y todo, a pocas cuadras de llegar a la segunda audiencia, Luis no puede evitar romper en llanto al recordar el 25 de noviembre de 2020, cuando se conoció la noticia del fallecimiento del Diez.

Él es hincha de Vélez, pero fanático de Diego por “las alegrías” que le dio, cuenta a Infobae. El día del velorio fue a la Casa Rosada a despedirlo y le dejó una camiseta de su equipo. Ahora, yendo por casualidad -o destino, según él- al lugar donde se juzga a los responsables de su muerte, le resulta inevitable recordar el día que lo conoció.

“Yo soy árbitro y en 2016 dirigí un amistoso con ex jugadores. Vino Diego, yo no sabía. Cuando terminó el partido, (Maradona) me invitó a comer un asado con ellos. Él pagó mi cubierto. Después me firmó una camiseta y me regaló más cosas suyas. Era de lo más bueno”, contó a este medio.

“Contale a Dalma y Giannina”, pidió al finalizar el viaje y estacionar su auto en la esquina del tribunal de San Isidro, donde las hijas de Maradona ya estaban junto a su abogado Fernando Burlando para presenciar una nueva jornada del juicio en el que acusan de “homicidio simple con dolo eventual” al neurocirujano Leopoldo Luque, a la psiquiatra Agustina Cosachov, al psicólogo Carlos Díaz, al enfermero Ricardo Almirón y a su jefe, Mariano Perroni; al médico clínico Pedro Di Spagna y a la coordinadora de la prepaga Nancy Edith Forlini.

Fanáticos afuera del Tribunal de
Fanáticos afuera del Tribunal de San Isidro piden "Justicia por D10S"

El debate se vive diferente adentro y afuera de la sala. Sin embargo, hay un comentario común que recorre los pasillos desde el primer día y trasciende: el cambio físico de Luque, el más complicado de los imputados, quien apareció con una nueva fisionomía y un cuerpo de fisicoculturista que hizo que nadie lo reconociera a simple vista. Era su objetivo. Y lo consiguió hasta que fue inevitable que se supiera que era él.

Sin embargo, para mantener su nueva figura necesita seguir una rutina que no puso en pausa ni en este proceso judicial, al cual se ocupó de llevar sus snacks proteicos en un tupper para comerlos en cada colación. La primera siempre fue antes de ingresar a la sala de audiencias y en una de las puntas de la escalera, donde sacó su vianda y comió algo blanco y pequeño, fácil de tomar con la mano. Podría ser un huevo, aunque no se sabe con certeza porque cada vez que lo hizo trató de esconderse para no estar todavía más expuesto.

El cambio físico de Leopoldo
El cambio físico de Leopoldo Luque

El martes, primer día del juicio, repitió eso mismo a la tarde: en el último cuarto intermedio de la jornada, que fue cerca de las 17, se quedó sentado en el banquillo de acusados para volver a sacar su proteína y merendar.

Sus colaciones nutricionales, no obstante, no volverán a verse en los tribunales hasta el final del juicio porque Luque ya decidió que no irá más a los debates. La ley se lo permite y a él le sirve: en las primeras dos audiencias se lo vio incómodo y, aunque intentó estar siempre con sus auriculares puestos, no zafó de los gritos, tanto de fanáticos como de los propios familiares de Maradona, que le reclamaban por la muerte del ídolo.

Verónica Ojeda, ex pareja de Diego y madre del menor de los hijos del Diez, fue una de las que lo increpó: “Forro, hijo de puta, sorete”, fue parte de lo que le dijo la mujer. Los insultos de Ojeda ocurrieron cuando se lo cruzó a la salida de la sala de audiencias del segundo piso. Y fue el abogado Mario Baudry, representante legal de Dieguito Fernando, quien logró calmarla.

Verónica Ojeda, la última pareja
Verónica Ojeda, la última pareja de Maradona, increpó a Luque y Cosachov

No fue al único imputado que insultó Ojeda: la primera vez que la ex de Maradona se cruzó con la psiquiatra Agustina Cosachov, también la atacó verbalmente. “Perra malparida”, le gritó en una secuencia en la que tuvieron que intervenir las autoridades del tribunal y la policía. Tras el incidente, la imputada se alejó hasta la otra punta del pasillo y Ojeda se largó a llorar.

La advertencia a dos abogados que debieron retirarse en pleno debate

En la primera audiencia del juicio, que se extendió desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 17, dos insólitas situaciones similares provocaron que el juez Maximiliano Savarino llamara la atención de dos abogados.

“Ténganlo en cuenta para las próximas jornadas”, advirtió la máxima autoridad del tribunal luego de que una de las agentes policiales que custodia la sala debiera acercarse a uno de los defensores del enfermero Almirón para avisarle que el estacionamiento de los tribunales, donde había dejado su auto, estaba por cerrar y que tenía que ir a correrlo.

El tribunal del juicio por
El tribunal del juicio por la muerte de Maradona. Foto: Maximiliano Luna

El abogado se paró, llaves en mano, y se retiró rápidamente de la sala con una sonrisa tímida. En su lugar quedaron otros representantes del imputado, aunque él volvió a los pocos minutos.

Sin embargo, la situación hizo que uno de los letrados que representa a los familiares de Diego mirara la hora y levantara la mano para solicitarle al juez su autorización para ir a mover su vehículo, también estacionado en un garaje que estaba pronto a cerrar.

Esta vez, el Tribunal decidió ir al último cuarto intermedio del día e indicó a las partes que para las próximas audiencias, que se realizarán martes y jueves hasta mitad de año, tengan en cuenta dónde estacionan para no provocar interrupciones durante la tarde.

El juicio por la muerte de Maradona se reanudará el próximo martes a las 9, cuando declararán los primeros tres testigos: el oficial de policía Lucas Farías, y los comisarios Lucas Rodrigo Borge y Leonardo Mendoza, los primeros en entrar a la casa tras la muerte del Diez.