Detuvieron a un ciudadano ruso acusado de prostituir a su pareja en un edificio de CABA

El sospechoso fue aprehendido en el marco de un allanamiento realizado en el barrio de San Nicolás. En el procedimiento se secuestraron juguetes sexuales, ropa interior femenina y un arsenal de armas. El caso es investigado por la Justicia

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El detenido, Aleksander Tsai.
El detenido, Aleksander Tsai.

Personal de la División de Trata de Personas, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, detuvo en las últimas horas a un ciudadano ruso, identificado como Aleksander Tsai, acusado de explotar sexualmente a su novia, una joven oriunda del mismo país. Su aprehensión se concretó en el marco de un operativo desarrollado en un edificio de San Nicolás, a donde agentes de la fuerza porteña se movilizaron tras una denuncia sobre un presunto caso de explotación en dicho alojamiento.

El lugar señalado era una habitación ubicada en un primer piso sobre la calle Callao al 330, a metros de la Avenida Corrientes. Desde allí, a principios de febrero, se había realizado un llamado a la línea 145 de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), que aseguraba que una mujer pelirroja estaba siendo privada de su libertad por su pareja.

De este hecho tomó conocimiento la ONG “Madres Víctimas de la Trata”, la cual intervino para rescatar a la víctima. Según supo Infobae, la propia fundadora de la organización, Margarita Meira, logró identificar a la chica tras una serie de tareas en la zona y, luego de dos intentos fallidos por llegar a ella sin alertar al presunto proxeneta, pudo rescatarla.

Ese mismo día, el pasado 10 de febrero, el caso recayó en la Fiscalía Nacional Criminal y Correccional Federal N°10, que recibió un oficio judicial que ordenaba investigar a un hombre de nacionalidad rusa, identificado como Aleksander Tsai, por estar relacionado con este episodio. En consecuencia, se dio inicio a un operativo que comenzó con tareas de vigilancia en el lugar antes mencionado, donde vivía el sospechoso: era un inmueble que ofrece departamentos y habitaciones para alquiler temporario.

El imputado de 28 años
El imputado de 28 años escondía un importante arsenal.

En este marco, los investigadores se entrevistaron con vecinos de la zona y la propia encargada del lugar, quien aseguró que Tsai y la mujer damnificada ocupaban un cuarto desde hacía aproximadamente dos meses. Ante la consulta de los peritos, la mujer afirmó no haber notado comportamientos sospechosos relacionados con el delito investigado. La Prefectura Naval Argentina también participó en las investigaciones.

Durante las primeras horas del 11 de febrero, las autoridades judiciales ordenaron que se mantuviera vigilancia en el lugar para evitar una posible fuga del acusado mientras se tramitaba la orden de detención. Paralelamente, la víctima fue trasladada a la sede judicial, donde fue entrevistada por un equipo especializado.

La orden de allanamiento y detención fue emitida finalmente durante esa noche. Y en horas de la madrugada, una brigada policial, acompañada por el Oficial de Dirección y dos testigos, ingresó al departamento donde se encontraba el sospechoso, de 28 años.

El procedimiento, según las fuentes,
El procedimiento, según las fuentes, se llevó a cabo entre la 01:30 y las 05:30 de la madrugada.

En el procedimiento, las autoridades encontraron que el imputado tenía al menos cinco juguetes sexuales, cámaras de fotos profesionales, ropa interior femenina y escondía un importante arsenal. Este estaba compuesto por una katana de 95 centímetros, dos armas japonesas conocidas como “kama”, una vaina, una chaira para afilar cuchillos, un hacha y varias navajas. Todos los elementos fueron incautados y él quedó detenido.

Además, los agentes también secuestraron pasaportes y seguros médicos a nombre del imputado y de la víctima, que quedaron a disposición de la Justicia.

El rescate de la víctima

El rescate de la joven rusa había sido realizado por Margarita Meira, fundadora de la ONG “Madres Víctimas de la Trata” y quien creó la organización luego de que su hija, Susana Betker, fuera secuestrada y asesinada por una red en los años 90.

Según pudo reconstruir este medio, todo comenzó con un llamado a la línea 145 de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX). Dado que el hecho luego no fue elevado a la Justicia inmediatamente, la asociación decidió involucrarse.

“Yo mandé a una persona para que, supuestamente, alquile una habitación. Esta persona fue y no pudo ver a la chica, estuvo dando vueltas”, contó Meira sobre su accionar, en diálogo con Infobae. A ese primer intento fallido le siguió otro, esta vez con un hombre, que tampoco tuvo éxito. La mujer que hizo la denuncia decidió, entonces, presentarse físicamente en el hospedaje para alquilar una pieza.

Fue el resultado de una
Fue el resultado de una vigilancia discreta realizada en días previos.

Esa intervención fue el 10 de febrero y Margarita decidió acompañarla, pero se quedó afuera de las instalaciones. Fingió que esperaba el colectivo.

Al mismo tiempo, la dueña del hotel le advirtió a la supuesta huésped que existía un matrimonio conflictivo, pero que esa misma tarde los iba a echar porque los oficiales le habían traído una denuncia por violencia de género.

En medio de los nervios por la posibilidad de huida del proxeneta, la creadora de la asociación visualizó a una joven pelirroja, de ojos claros y contextura muy delgada saliendo del edificio. Se dirigía hacia Corrientes para fumar y coincidía exactamente con la descripción física que Meira tenía.

Según lo que pudieron averiguar,
Según lo que pudieron averiguar, habría sido explotada sexualmente por el hombre durante cuatro años -dos en Argentina y otros dos en otros países-.

“La corro. Yo sabía que no hablaba castellano. La agarro del brazo, y le digo ‘yo ayudo vos’. Cuando le digo eso, ella me mira y llora”, relata la fundadora de la ONG. Afortunadamente, sí hablaba inglés y pudo comunicarse con otra integrante de la organización mediante ese idioma.

De acuerdo con Margarita, la joven dudó en irse en un principio por temor a que su pareja la encontrara. Sin embargo, accedió a subirse al taxi con ellas y dirigirse al estudio de la abogada de la organización.

La joven tiene 25 años y es artista plástica. En su país trabajaba pintando en un teatro: “Él la saca de ahí y se le hace el novio. Estuvo en Europa, en Rusia, en Kazajistán y hace dos años antes que está en Argentina, estuvo en Entre Ríos, estuvo acá en Capital. Se mudaba continuamente porque a él lo echaban de donde vivía”, señala.

Según lo que pudieron averiguar, habría sido explotada sexualmente por el hombre durante cuatro años -dos en Argentina y otros dos en otros países-. “Hoy está tranquila. Estaba totalmente golpeada, totalmente golpeada, derrame en los ojos, la nariz rota. Ya le pusimos psicólogos, le compramos ropa, le compramos todo porque yo la rescaté con lo puesto, como siempre”, concluyó Meira. Ahora el caso seguirá en la Justicia.

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