Neuquén: detuvieron a un hombre que era buscado por asesinar de un tiro en la cabeza a su socio narco

El presunto autor del homicidio de Matías López, un conocido narcotraficante de Neuquén, fue detenido en un operativo realizado en el barrio San Lorenzo, en el sector oeste de la capital provincial.

Según se informó, el hombre, de 31 años, era buscado intensamente tanto por las autoridades como por allegados a la víctima, quienes habían iniciado una violenta cacería en su contra.

El detenido quedó a disposición del Ministerio Público Fiscal (MPF) y se espera que en los próximos días se lleve a cabo la audiencia de formulación de cargos.

De acuerdo con señalado por el portal LMN, el crimen de López, ocurrido el pasado 12 de febrero, desató una serie de ataques incendiarios y con armas de fuego en la ciudad, generando preocupación por la posibilidad de que personas inocentes resultaran afectadas.

La captura del sospechoso, quien presuntamente compartía negocios de drogas con la víctima, fue el resultado de un meticuloso trabajo de investigación llevado a cabo por la División Homicidios de la Policía neuquina.

El homicidio de López, de 34 años, se produjo en un contexto de tensiones dentro del mundo del narcotráfico y según las investigaciones, López habría retenido medio kilo de cocaína, un cargamento valuado en aproximadamente 5.000 dólares, lo que habría desencadenado el conflicto con su socio.

Fue entonces que en la noche del 12 de febrero, en las calles Casimiro Gómez y Diego Pizarro, en el barrio Gran Neuquén Sur, el socio enfrentó a López y le planteó la disyuntiva: “¿Plata o plomo?”. Al no recibir el dinero adeudado, el hombre disparó a quemarropa, dejando el cuerpo de López en la vía pública con un impacto de bala en la cabeza.

El mismo medio detalló que la familia de la víctima identificó rápidamente al autor del crimen, lo que dio inicio a una doble persecución: por un lado, la investigación oficial liderada por la Policía y la Fiscalía de Homicidios, y por otro, una serie de represalias por parte de los allegados a López.

En este último caso, se reportó que al menos tres viviendas precarias en el oeste de la ciudad fueron incendiadas, ya que se sospechaba que el prófugo se refugiaba en ellas.

Matías López no era ajeno a las actividades ilícitas. Según consignó LMN, el hombre tenía un extenso prontuario y estaba vinculado a la comercialización de drogas, utilizando como fachada un merendero ubicado en la toma Altos del Neuquén. Este lugar, que en apariencia ofrecía asistencia a niños de los barrios Itatí y 7 de Mayo, funcionaba como un punto de venta de cocaína al menudeo. Las sospechas sobre el merendero surgieron cuando el lugar fue atacado a tiros en varias ocasiones, lo que llevó a los investigadores de la Comisaría Tercera a realizar averiguaciones.

Cabe recordar que en abril de 2024, el merendero fue allanado y se confirmó que operaba como un centro de distribución de drogas. Tras este golpe, López trasladó sus operaciones a otra barriada, demostrando la capacidad de adaptación de las redes de narcotráfico.

Y en otro caso relacionado con el negocio narco, tres sospechosos fueron detenidos por el crimen de dos hombres en el barrio La Catalina de la localidad de Trujui del partido de Moreno, en un hecho que las autoridades atribuyeron a una disputa territorial por la venta de drogas.

Los asesinatos ocurrieron durante una balacera y mientras vecinos de la zona protestaban exigiendo mayor seguridad tras el homicidio de Lucas Nahuel Aguilar.

El doble homicidio ocurrió el 31 de enero, cuando efectivos policiales recibieron llamados anónimos al 911 alertando sobre un tiroteo en la intersección de Portugal y Cochabamba. Al arribar al lugar, los agentes de la Comisaría 2ª de Moreno encontraron los cuerpos de las víctimas a pocos metros de distancia entre sí.

Una de las víctimas fue identificada como Franco Ismael Miltos, de 20 años y con antecedentes por robo agravado, resistencia a la autoridad y lesiones. Presentaba dos disparos en el tórax. La otra víctima, de 40 años, era conocida en la zona como "Cachete“, pero se llamaba Rito Alberto Giménez y tenía cuatro heridas de bala en el cráneo, la oreja y el brazo.

Los primeros indicios apuntaban a un enfrentamiento entre bandas que disputaban el territorio para la comercialización de drogas. Los testimonios recabados permitieron a los investigadores profundizar en la hipótesis de un ajuste de cuentas o un intento de “mejicaneo” dentro de una red de narcomenudeo.

Y la investigación quedó a cargo de la UFI N°4 de Moreno-General Rodríguez, encabezada por el fiscal Federico Soñora. De acuerdo con fuentes del caso, la disputa no solo involucraba a la banda conocida como “Los Turros”, sino también a una vivienda ubicada frente a su territorio, donde una pareja había comenzado a vender drogas hace aproximadamente un año. Esta situación habría generado tensiones que derivaron en el ataque fatal contra Miltos y Giménez.

Las tareas investigativas de la DDI Moreno-General Rodríguez permitieron identificar a tres sospechosos: se trata de A.P. (28), su esposa, M.A.P. (32), y E. D. (31), alias “Pikilo”, todos de nacionalidad paraguaya.