El plan del “Rey de la Efedrina” para convertirse en el “Señor de la Guerra” y desatar una batalla de carteles de droga en Rosario

Desde la cárcel de Ezeiza, Mario Segovia comandaba una organización dedicada al contrabando de armas y explosivos que pretendía vender a los capos más importantes

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Mario Segovia, el "Rey de
Mario Segovia, el "Rey de la Efedrina"

Si Mario Segovia volcara su ingenio al mercado legal, sería un pujante empresario, indican quienes lo conocen de cerca. Sucede que, aunque esté encerrado en el penal de Ezeiza, el llamado “Rey de la efedrina” nunca dejó de ser un hombre de negocios. Solo que, en su caso, sus ideas siempre están ligadas a la violencia y a la muerte, de la mano del narcotráfico.

En esta oportunidad es juzgado por haber elaborado y llevado adelante un complejo plan para adquirir armamento pesado y explosivos para venderlo a una exclusiva y temible cartera de clientes: Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos; Esteban Lindor Alvarado; Julio Rodríguez Granthon, conocido como “El peruano”; Gustavo “Calavera” Pelozo e Ignacio “Ojito” Actis Caporale.

Mario Segovia durante el juicio
Mario Segovia durante el juicio en su contra, desde el penal de Ezeiza

Es pocas palabras, de acuerdo a la causa en su contra, pretendía dotar de armas a los capos máximos de la droga en Rosario y así desatar una guerra de carteles en el territorio, indicaron fuentes de caso a Infobae.

El material de lectura allado
El material de lectura allado en los dispositivos secuestrados

“¿Quién más podría beneficiarse de una batalla entre organizaciones criminales que un contrabandista que concentre las armas más poderosas y automáticas, como fusiles capaces de perforar blindados?“, plantean los detectives. Y claro, también ofrecía chalecos antibalas.

Quería convertirse en el señor de la guerra”, destacaron.

Durante el debate, un agente de inteligencia de la PFA explicó a los jueces con claridad: “Dotar a Rosario con estos elementos, las pondría a un nivel equivalente al de los Carteles Mexicanos, al Comando Vermelho o al PCC brasileño. Este escenario podría haber emulado los índices de violencia y criminalidad que se registran en ciudades como Tijuana, Juárez, Río de Janeiro o São Paulo“.

Parte del secuestro
Parte del secuestro

No es un secreto que, a partir de 2013, la ciudad santafesina sufrió una escala de violencia sin precedentes que llegó a su pico en 2022 con 291 muertes violentas. Esos números la colocaron en el primer lugar de la tasa de homicidios de la Argentina en la última década. Segovia tenía pensado aprovechar ese escenario.

Además, había delineado la fachada perfecta: una empresa transparente, proveedora de servicios de seguridad para organismos públicos. Incluso, ya había diseñado el sitio web de "Tactical Training“, en el que ofrecía el transporte de “líderes mundiales e internacionales”.

Esteban Alvarado, Guille Cantero y
Esteban Alvarado, Guille Cantero y Julio Rodríguez Granthon, los principales capos de Rosario

En su alegato frente al Tribunal Federal 2 de La Plata, la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, y la fiscal coadyuvante Patricia Cisnero, mostró casas baleadas con municiones de AR15, el mismo fusil de guerra que se secuestró en poder del clan Segovia.

“Si una banda fuera provista de esos fusiles, el resto de las bandas rivales tendrían que equiparar ese poder de fuego, al igual que las fuerzas de seguridad”, indicó la fiscal. “De haber continuado esta operatoria, en la ciudad de Rosario se habría desatado una carrera armamentista”, alertó.

Los elementos para armar explosivos
Los elementos para armar explosivos de la banda

Los investigadores, además, encontraron que el narco contaba con un asesoramiento estelar: el de Martín Lanatta, condenado a prisión perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez, vinculado al tráfico de efedrina, y protagonista de la Triple Fuga. Lanatta es un experto tirador.

El capo detenido en 2008 por el contrabando de efedrina hacia México, contaba con colaboración en ese país. Resulta que había aceitado desde prisión sus vínculos con sus contactos aztecas.

Y no dejó nada al azar: también procuraba la creación de un sitio de noticias al que bautizó “Rosario News”.

Este miércoles, la Procunar pidió para Segovia la pena de 15 años de prisión, más la unificación con su condena previa de 17 años y 6 meses; una multa de 50.000.000 de pesos, la declaración de reincidencia y la inhabilitación absoluta por el tiempo de la condena

Cómo lo descubrieron

Hubo pequeños detalles que desactivaron el sueño de Segovia de convertir a Rosario en una ciudad distópica.

En el mes de septiembre del 2016 se secuestró en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi en la Ciudad de Luque de la República del Paraguay, una encomienda que provenía de Canadá y que contenía dispositivos para la fabricación de explosivos improvisados. Esta encomienda, previamente había pasado por el Aeropuerto de Ezeiza

Bajo la apariencia de un libro, un sobre y una carpeta se escondían artefactos preparados para producir explosión, un artefacto que entra dentro de la categorización de “bombas trampas”. Esa fue la primera pista que abrió el abanico para llegar a la banda.

Uno de los bocetos de
Uno de los bocetos de la empresa de seguridad creada por Mario Segovia

El 15 de junio del 2017 fue hallado por personal del Servicio Penitenciario Federal un dispositivo tipo tablet en el recinto de uso común de los Pabellones H-I, donde se encuentra el termotanque, luego de que Segovia pidiera permiso a un agente para ingresar a regular el agua.

En ese dispositivo se encontraron las claves que permitió conocer el plan del narco que pidió, desde dos casillas hackeadas a dos docentes de Formosa, los materiales para fabricar la bomba y contactarse con agencias de seguridad, de inteligencia y de fuerzas de seguridad, gracias a la extensión .gov.ar.

En dos requisas a su celda, en 2017 y 2018, se encontraron anotaciones de cómo fabricar explosivos, planos, capacitaciones para el armado de artefactos y una segunda tablet con contenido similar.

Mario Segovia
Mario Segovia

Segovia contó, según los investigadores, con la ayuda de su hijo Matías y su cuñado Gonzalo Ortega, con quienes se comunicaba por carta. Esos mensajes, que comenzaban con un cariñoso “papucho” y cerraban con “bechos”, también son una importante prueba contra el “Rey de la Efedrina”.

Todas estas evidencias llevaron a los detectives a allanar la imponente mansión del narco, en el barrio Fisherton, el 13 de julio de 2021. Encontraron cuatro estuches vacíos -uno doble- de fusiles AR15.

En poder de su hermano Hernán, encontraron el arma que usan los carteles de droga en México y Brasil.

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