Pidieron 15 años de prisión para el “Rey de la Efedrina” por liderar una asociación ilícita desde el penal de Ezeiza

Lo hizo la Procunar en los alegatos del juicio que se le sigue a Mario Segovia y su banda, acusados de fabricar, tener y traficar armas de guerra, explosivos y estupefacientes; y de proveer a organizaciones narco de Rosario

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Mario Segovia, el "Rey de
Mario Segovia, el "Rey de la Efedrina"

La Procunar pidió este miércoles la pena de 15 años de prisión, más la unificación con su condena previa de 17 años y 6 meses; una multa de 50.000.000 de pesos, la declaración de reincidencia y la inhabilitación absoluta por el tiempo de la condena para Mario Segovia, conocido como “El Rey de la Efedrina”. Lo hizo durante los alegatos en el juicio donde se juzga como líder de una asociación ilícita que operaba desde el Complejo Penitenciario Federal Nº1 en Ezeiza.

Según la acusación del Ministerio Público Fiscal, este clan operó entre septiembre de 2016 y julio de 2021, con actividades centradas en la fabricación, tenencia y tráfico ilícito de armas de guerra, explosivos y estupefacientes, alcanzando a numerosas organizaciones narcocriminales asentadas en la ciudad de Rosario.

Para los fiscales, Segovia dirigía la organización desde prisión, emitiendo órdenes a través de cartas y comunicaciones telefónicas clandestinas a los restantes miembros del grupo: Matías Agustín Segovia (su hijo), Hernán Segovia (su hermano), Gonzalo Rodrigo Ortega (su cuñado) y Ezequiel Hernán Bergara.

La celda de Segovia fue
La celda de Segovia fue allanada

Durante los alegatos se planteó que la banda se dedicaba al tráfico de armas y explosivos, logrando introducir un fusil de asalto AR15, silenciadores y piezas del armamento al país mediante encomiendas internacionales.

Según las pruebas presentadas, consiguieron también elevados niveles de logística y conocimientos técnicos. Utilizaron correos electrónicos del Gobierno de Formosa hackeados, simulando ser empleados públicos con el objetivo de adquirir capacitación en el manejo de explosivos.

Para los detectives, el núcleo de operación de la organización tenía un objetivo claro: abastecer de armas y explosivos a las organizaciones narcocriminales de Rosario, incluyendo facciones como Los Monos, liderada por Ariel Máximo Cantero, y el clan Funes/Ungaro, facilitando que adoptaran niveles de control equiparables a los de los cárteles mexicanos como el Cártel de Juárez o el Comando Vermelho brasileño.

Piden unificarle la pena a
Piden unificarle la pena a 17 años y medio de cárcel

Hay que recordar que la ciudad de Rosario, epicentro de esta trama, sufrió una escalada de violencia en los últimos años. Según datos de organismos oficiales como el Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, los homicidios en esa ciudad treparon marcadamente desde 2013, alcanzando 291 muertes en 2022, con el 80 % de estos crímenes cometidos con armas de fuego.

Entre los elementos claves secuestrados en el marco de la causa se encuentran explosivos altamente peligrosos como TNT y pentrita, un fusil AR15 ensamblado, chalecos antibala fabricados con aramida y planos técnicos para modificar fusiles semiautomáticos al modo automático.

Parte de las cartas secretas
Parte de las cartas secretas de Mario Segovia en la causa

También las cartas entre Mario Segovia y otros miembros del grupo que cifraban instrucciones sobre los accesos a los correos hackeados, adquisición de precursores químicos, gestión de encomiendas, ensamblaje de armas y futuros negocios. Además, se incautaron sistemas electrónicos vinculados a la fabricación de explosivos caseros.

Los investigadores tuvieron en cuenta el pasado criminal de Segovia, recordando su condena previa por tráfico de efedrina hacia México. También asoció a la organización con la estrategia operativa de otras bandas narcocriminales conocidas, como Esteban Lindor Alvarado o Ignacio Mario “Ojito” Actis Caporale.

Mario Segovia, en su calidad de jefe de la organización, junto con su influencia en la región, representó, según la Fiscalía, una amenaza capaz de desatar una escalada armamentista en Rosario, agravando el ya preocupante nivel de violencia en la región.

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