Luna Álvarez Debali murió luego de consumir droga en un boliche de Palermo Hollywood el 10 de febrero de 2024. El caso desencadenó una investigación que dejó cinco detenidos. Sin embargo, durante este año triste, sus padres no pudieron ser parte de la causa por el fallecimiento de su hija. Esa situación cambió esta semana, cuando la Justicia porteña los aceptó como querellantes.
Luna, de 21 años y oriunda de la localidad bonaerense de Daireaux, que vivía en España y, de visita en Argentina, había viajado desde su ciudad natal para asistir a “Under Club”, un evento organizado por una disco ubicada en Bompland y Niceto Vega, junto a “Andy”, su amigo y principal testigo del caso.
Fuentes de la causa indicaron que llegaron a las 2.30 y media hora después de haber llegado, Luna le compró a un hombre dos pastillas de éxtasis por 15 mil pesos cada una.
“Eran rojas, redondas y con puntos blancos, llamadas cristal o moma”, detalló un testigo.
Según indicaron, la chica consumió una pastilla y media en el transcurso de una hora y media. Aproximadamente a las 5, “Luna se encontraba en un estado lastimoso“.
“Estaba pálida, sin fuerza, no tenía consciencia, estaba desvanecida, con la mirada perdida, los ojos dilatados, salivando y con los músculos rígidos”, reza el relato de lo que vio esa madrugada. Su amigo la retiró del boliche. Se quedó con ella en la puerta hasta que la asistieron.
Una ambulancia del SAME la trasladó al hospital Fernández, al que ingresó a las 6 en estado crítico. Falleció a las 17.45 por una intoxicación.
Tras una investigación de la División Antidrogas Zona 1 de la Policía de la Ciudad, a cargo de la fiscal Cecilia Amil Martín, se confirmó la venta y consumo de drogas dentro del boliche y se comprobó que “el personal de seguridad dejaba pasar a los dealers”.
Además, los detectives registraron situaciones en los que la seguridad privada indicaba cómo esconder los estupefacientes. A la vez, al secuestrar las cámaras del interior del boliche, los agentes notaron que estaba sobre grabadas.
Tampoco pudieron conseguir videos particulares, ya que estaba prohibido a los asistentes sacar su celular, si lo hacían eran apuntados con el láser verde. “Hay carteles dentro del lugar que dicen no fotos ni videos”, sumaron.
Finalmente, la fiscalía imputó como vendedores y colaboradores a cinco personas, entre ellos, el dueño del club nocturno. Durante todo ese tiempo, los padres de Luna, Claudio Álvarez y Vivian Debali, habían intentado ser parte de la causa, sin éxito.
“Es un mini Cromañón”
Los papás de Luna viven en Granada, España, por lo que le entregaron un poder a su abogado para representarlos. Se trata de Alejandro Vecchi, quien señaló a Infobae que no están conformes con las imputaciones y, al no ser parte de la causa, no tenían acceso a la totalidad de la evidencia.
“Queremos que lleguen más arriba en la cadena de responsabilidades, esto no es solo un caso de narcomenudeo, es un mini Cromañón”, manifestó luego de que el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°9 a cargo de María Laura Martínez Vega aceptara su petición.
Al mismo tiempo, afirmó: “Tenemos un informe que asegura que si Luna recibía atención inmediata de parte del boliche podría haber tenido posibilidad de salvarse”.
“De acuerdo al histopatológico, Luna no consumió éxtasis, consumió veneno. Sus papás creían que había comprado las pastillas en Daireaux, pero fue adentro del boliche", añadió Vecchi.
Al mismo tiempo se quejó: “Toda la información con la que se manejaron los padres y la fiscalía respecto el homicidio está dado por una versión absolutamente desconfiable de ‘Andy’, un testigo que, curiosamente, es quien la contactó, la desplazó en su auto, le dio las pastillas, la puso en contacto dentro del boliche con otros personajes. Además, contactó él a otro personaje nefasto de Daireaux que es empleado del Ministerio de Bienestar Social, quien nunca declaró“.
Según el abogado, ese hombre sería “el proveedor que podría haber estado dentro del boliche y ser quien le proporcionó la droga a Luna”. Al mismo tiempo, indicó que “existen otras vías de investigación porque a ella no la afectaba ninguna dolencia física previa y en la autopsia refiere el médico que le faltaban piezas dentales”.
“La investigación recién comienza: necesitamos los análisis telefónicos, sobre todo de ‘Andy’ y sus amigos. Hay muchos puntos oscuros respecto la llegada de Luna a Buenos Aires. No se puede descartar nada, ni una situación de emboscada para captarla", adelantó.
Hace un año, Claudio, papá de la víctima, en diálogo con este medio, se lamentaba: “Luna tenía toda su vida por delante”.
“Ella era una niña sumamente feliz, que tenía proyectos, que se iba a España, que iba y venía, disfrutaba. Era la reina del baile, tenía un refrán: ´Voy a bailar hasta que me echen´”, dijo Vivian en una entrevista radial en Daireaux sobre la personalidad de su hija. “Luna se fue bailando, como era ella”, cerró.