Leonardo Ernesto Merollo, el vendedor ambulante de alfajores que fue apuñalado en la localidad bonaerense de Moreno por el asesino del repartidor Lucas Aguilar (20), contó los detalles de cómo fue el ataque previo al crimen y el momento en que el joven delivery intervino en la pelea para salvarle la vida, aún a costa de perder la suya.
No fue lo único: el hombre aseguró que “alguien mandó” al agresor a matarlo para quedarse con su lugar de trabajo en la vía pública. “Agradezco que Lucas intervino”, dijo Leonardo, quien todavía se recupera de las heridas.
En diálogo con Radio con Vos, Merollo -que fue apuñalado en el tórax y en abdomen por Luis Benjamín Benítez segundos antes del asesinato- dijo que fue abordado por el agresor prácticamente sin mediar palabra.
“Yo pienso que a este muchacho lo mandó alguien. De la nada me atacó”, contó el vendedor ambulante, quien desde que fue dado de alta todavía no pudo volver a su lugar de trabajo.
"Lo que pasó rápidamente fue como una película que no podía creer que era real. La impunidad y todo como actúa este muchacho. De la nada sacó una cuchilla en el medio del centro de Moreno y me quiere apuñalar. Y después se va caminando como si nada“, relató Merollo.
Luego, continuó la víctima, mató a Lucas para también retirarse de la escena con total calma. “Yo vendo alfajores ahí en las paradas, como todos los días. Y de la nada este muchacho me venía siguiendo. Yo no le presté atención. Como hay un montón de gente, la gente te mira de esa manera, dudando si compra o no compra. Me acerco, me dice algo, pongo mi caja en el suelo para defenderme y me apuñala”, contó Leonardo.
Luego, continuó con su denuncia acerca de que Benítez fue una suerte de sicario que fue enviado para matarlo.
“Yo pienso que a este muchacho lo mandó alguien que lo contrató, alguien le pagó y por lo que esos muchachos que paran todo el día de otro lado, siempre está dando vueltas. Hay algunos que dicen que tienen satélites. Hay muchas versiones. Lo único que sé es que de la nada sacó el cuchillo”, dijo.
“Yo me defendí con los pies como pude, yo no me di cuenta en un primer momento cuando me apuñala. Lo seguí y es cuando me apuñala en la panza. Me hicieron una colostomía”, aseguró.
Después la gente comenzó a gritar, él tomó una botella de plástico y lo volvió a encarar para continuar con el ataque. Fue en es momento que intervinieron los vecinos y Lucas, quien persiguió a Benítez con un palo y luego se desencadenó la tragedia.
Si bien no dijo exactamente el motivo de por qué creía que lo habían atacado, Merollo sí deslizó que creía que era para quedarse con su lugar de trabajo. “Hubo una disputa anteriormente. Por ahora lo están logrando porque no hay nadie trabajando en la plaza”, añadió.
Merollo dijo que tanto él como sus colaboradores tienen miedo de trabajar. De hecho, ayer intentó ir a la plaza a trabajar para dar calma pero debido a su estado de salud, no pudo hacerlo. “Yo en mi trabajo grito y no puedo hacerlo”, graficó.
El crimen ocurrió en la intersección de Alem y Asconapé. Aguilar fue atacado con siete puñaladas cuando intentó defender a Merollo. En el forcejeo, el joven cayó al piso y recibió las heridas fatales. Horas antes, el propio Aguilar había brindado una entrevista televisiva en la que denunciaba la situación de inseguridad en Moreno, a la que calificó como “tierra de nadie”.
“A Lucas lo mataron a una cuadra de donde me atacaron a mí. Lo llevaron al hospital y lo pusieron al lado de donde estaba yo. Yo a Lucas no lo conocía. Si no era por él y por los vecinos, me mataba”, dijo. “Los médicos me dijeron que si no era por mi sobrepeso, me hubiese afectado órganos vitales.
Benítez, cuenta con un extenso prontuario delictivo y, pese a ello, se encontraba en libertad. Su detención no logró calmar la bronca de los vecinos, que consideran que las autoridades han fallado en prevenir delitos similares en la zona.
“Capaz fue enviado para eso o se dedicaba a eso. Corre dos cuadras y cuando le dan un palazo, le da ocho puñaladas”, describió Merollo, quien dijo que en Moreno hay hechos de inseguridad, aunque diferenció su trabajo de lo que hacía Lucas.
Aseguró que él, al trabajar en el centro de Moreno, observa que hay Policía. En cambio -sostuvo- Lucas recorría muchos barrios. “Quisiera hablar con la familia de él”, dijo.
Ayer, vecinos, compañeros de trabajo y familiares del joven se congregaron frente a la sede municipal para exigir respuestas ante la creciente ola de delitos.
La manifestación se realizó en un clima de tensión, marcado por el recuerdo de la movilización del viernes anterior, que culminó con represión policial y la detención de al menos 17 personas. Para hoy, hay otra movilización convocada a las 19.
El caso es investigado por el fiscal Federico Soñora, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 de Moreno. Benítez se negó a declarar el viernes de la semana pasada.