El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, procesó con prisión preventiva a David Nazareno Ávila, el joven de 21 años acusado de entablar vínculos con grupos extremistas islámicos e, incluso, planear un atentado en Argentina, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Ávila fue detenido luego de la intervención de un agente encubierto digital de Prefectura y del secuestro de su celular, en un allanamiento ejecutado en domicilios vinculados al investigado, en la ciudad de General Roca, en Río Negro.
Los peritos que analizaron el dispositivo, cuya contraseña brindó él mismo, encontraron diversas conversaciones en dos grupos de Telegram ligados a supuestos grupos extremistas: “Archivo de la Revolución Siria” y “Eres Vladislav Roslya”, autor de una masacre de estudiantes en una universidad de Ucrania.
Los detectives debieron traducir sus nombres, debido a que se encontraban en árabe.
En una de ellas, de octubre pasado, pedía instrucciones para armar explosivos con el fin de “cometer un ataque en territorio nacional”, entre otros aspectos, que generaron preocupación y empujaron su arresto.
“Tengo un contacto que me vende armas, pero necesito apoyo financiero” y “¿Me enseñarán a hacer explosivos para atacar?”, escribió en diversos chats el 6 de octubre.
Ese mismo día, se presentó ante una persona desconocida que tendría relación a los extremistas: “Mi nombre es Naza, soy de Argentina y quiero ser mártir en Argentina”.
Luego, señaló: “En Argentina tenemos un gobierno sionista que apoya a Israel y debe pagar por sus pecados sionistas. Quiero llevar a cabo un ataque”.
Por otro lado, en su usuario de Facebook publicó videos de la “Masacre del Instituto Politécnico de Kerch”, ocurrido el 17 de octubre de 2018, en Crimea, y de la “Masacre de Columbine”, del 20 de abril de 1999 en una escuela secundaria de Estados Unidos.
En Instagram, Ávila estaba suscripto, al menos, en el grupo: “Muslim group Aqida”. En una de las líneas de teléfono que utilizaba “tenía como foto de perfil una imagen con inscripciones en árabe”, detallaron las fuentes.
Hasta el momento de ser detenido, Ávila -quien había sido expulsado del Ejército Argentino- trabajaba en un servicio de mensajería, cuya sede se encuentra al lado de una empresa de una familia de la comunidad judía, un dato que los investigadores consideraron en el procesamiento.
En su paso por el Ejército, según aseguró él mismo, aprendió a manipular armas de fuego y tuvo prácticas de tiro.
“Su participación en los grupos no fue esporádica, sino que encontró allí un sentido de pertenencia toda vez que logró establecer contacto directo con “soldados de la revolución siria” radicados en la República Árabe de Siria, con quienes compartía la ideología que predican, y quienes le proporcionaron el manual del “lobo solitario” y a través de los cuales, se fomentaba la realización de atentados terroristas contra la población mundial a través de la difusión de contenido audiovisual de esa índole", escribió el juez en el procesamiento.
“Yo le escribí a esa gente de broma, pero no tenía intención de unirme a ellos. No soy un peligro para nadie, yo amo este país. Nunca le haría daño a nadie”, dijo en su indagatoria. “Me interesan las armas, pero si un día adquiero una sería legalmente y la usaría en propia defensa”, aseguró luego de revelar que había votado a Javier Milei. “Festejé cuando ganaron”, afirmó.
Al mismo tiempo, afirmó que se trataba de una maniobra para conseguir dinero de esos grupos, como una forma de estafa.
El descargo no resultó creíble para González Charvay quien, además, le impuso un embargo de 500.000.000 de pesos. Por último, el magistrado se declaró incompetente en la causa a favor de la Justicia federal de General Roca.
El delito que le imputó al joven es el de “haber formado parte de agrupaciones permanentes o transitorias que tuvieren por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor agravado por tener la finalidad de aterrorizar a la población en concurso ideal con haber alentado o incitado a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”.
El caso
La causa contra Ávila comenzó tras una denuncia, realizada el 22 de abril pasado, por la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (UFECO), en la que se acompañó una investigación preliminar de marzo.
En esa presentación se alertó que el joven rionegrino realizaría actividades de difusión y propaganda yihadista del autoproclamado Estado Islámico (también conocido como ISIS, EI o Daesh) a través de las redes sociales Instagram, TikTok, Facebook, Telegram y Twitter, mediante la utilización de distintos usuarios.
Según análisis de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, habría tenido reuniones en el Centro Comercial Portal Escobar, ubicado en la ruta prov. 25 y colectora oeste. Por ese motivo, la causa quedó en manos del juez de Campana.
La detención de Ávila fue anunciada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. "Este terrorista representaba una amenaza concreta contra la seguridad nacional. La investigación significó confesiones directas conseguidas por nuestro agente encubierto digital”, dijo.