Tras asesinar en El Palomar a Guillermo Alfredo López (55), comandante mayor de la Gendarmería Nacional, los cinco delincuentes que intentaron robarle escaparon y se escondieron. Dejaron de frecuentar sus lugares habituales y cambiaron sus teléfonos, pero la Policía Bonaerense sabía que, tarde o temprano, volverían a aparecer. Y así ocurrió: tres de los sospechosos fueron detenidos en las últimas horas, luego de una serie de operativos en Morón y Tres de Febrero.
De acuerdo a la investigación que llevan adelante los fiscales Fernando Capello y Pablo Masferrer, los involucrados en el trágico intento de robo integran una célula de la banda de “Los Beibys”, una organización criminal que se dedica al robo de autos en la zona oeste del conurbano. En el último tiempo habrían ganado peso en el mundo del hampa, al punto de contar con un plantel de al menos 15 ladrones. “Se alternan aleatoriamente entre ellos para salir a robar”, explicaron fuentes policiales sobre la mecánica del grupo.
El asesinato del comandante López, vecino de Merlo e integrante de la Guarnición Centinela de Retiro, coronó el raid delictivo que cinco hombres perpetraron durante la tarde del 7 de noviembre de 2024.
En la esquina de Atahualpa e Intendente Villegas, el gendarme estaba bajando del Fiat Cronos de un camarada de la fuerza, Leonardo Leopardo, que lo había acercado a su casa. En ese momento los abordó un Toyota Ettios, del que se bajaron cuatro delincuentes. Todos estaban armados.
Entonces se desató la balacera que obligó a “Los Beibys” a abortar el plan delictivo. Guillermo Alfredo López, que apenas pudo reaccionar y alejarse del auto, murió en esa misma esquina producto de un balazo mortal en la axila que lo hizo desangrarse. Junto a su cuerpo encontraron su pistola Bersa calibre 380.
Horas más tarde apareció quemado el auto que se usó para el asalto en el barrio Ejército de los Andes -conocido popularmente como el Fuerte Apache-. Lo habían robado el día anterior en la localidad de Lomas del Millón.
La investigación que condujo hacia la banda
Los agentes de la DDI de Morón analizaron la escena del crimen y las cámaras de seguridad que registraron el hecho para establecer las primeras líneas de investigación. A partir de esto, surgió un nombre: S.N.G. Cuando revisaron la geolocalización de su celular, establecieron que había estado en el lugar del robo y donde incendiaron el Toyota Ettios, con horarios coincidentes a la cronología de los hechos.
En base a esto se hicieron tareas de campo, ciberpatrullajes en redes sociales, intervención de líneas telefónicas y otras diligencias que permitieron identificar a 12 de los 15 “beibys”. Entre los señalados están los cinco que le quisieron robar al gendarme. A algunos se los volvió a ver en Fuerte Apache, después de semanas en las sombras.
Ya con la investigación avanzada, la fiscalía libró las órdenes de allanamiento y detención correspondientes, que fueron avaladas por el juez de garantías Ricardo Fraga.
El 15 de enero, los agentes encubiertos de la Policía Bonaerense que estaban en el módulo 1 del barrio Fuerte Apache vieron a uno de los sospechosos: “Leito” Lezcano. En medio de la ola de calor, se había metido a la pileta en un sector público del complejo. De acuerdo a lo indicado por fuentes del caso, este sería el hombre que disparó el balazo mortal. Habría viajado como acompañante en el auto con el que se ejecutó el raid delictivo.
Ese mismo día, la Policía se preparaba para detener a quien creen que era el chofer del Toyota Ettios: Leonardo Ojeda, conocido en el barrio como “El enano de Ciudadela”. No llegaron a cumplir la orden de detención que pesaba sobre él porque horas antes lo capturaron por otro ilícito en Moreno. La causa es por un intento de homicidio, y la tramita la UFI N° 4 de esa localidad. Está preso en la Alcaidía de Virrey del Pino.
El último lunes se concretó la tercera detención. Brian Carrizo, quien sería uno de los que viajaba en el asiento trasero del auto, fue capturado mientras paseaba por el Coto de Ciudadela. Le secuestraron el celular, que será analizado por peritos.
Los otros dos cómplices que faltan para completar la célula de cinco delincuentes que atacaron a los gendarmes en El Palomar están prófugos. Uno es S.N.G., el primer nombre que surgió en la investigación, y el otro sería un hermano de Brian Carrizo, apodado como “tuerto”.
Los detenidos fueron imputados por intento de robo agravado por el empleo de armas, portación ilegal de armas y homicidio agravado por ser criminis causae y por haberse cometido contra un miembro de las fuerzas de seguridad, todos en concurso real entre sí.
La causa se investiga en la UFI N° 2 de Morón, y está a cargo de los fiscales Fernando Capello y Pablo Masferrer, y del secretario Diego Simoe.
Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense: “Parece gratis salir a robar armado”
En el marco de estas detenciones, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, accedió a brindar declaraciones a Infobae. Negó que la inseguridad esté descontrolada en el conurbano e hizo un llamado al Poder Legislativo: "Hay que agravar las penas para la tenencia de armas ilegales".
“Lo que vemos en los hechos es un mayor acceso a armas y robos más violentos que antes”, reconoció el funcionario de Axel Kicillof. Y siguió: “Nosotros estamos convencidos de que tenemos que dificultar el acceso. Aquel que roba con un arma tiene que tener una pena mucho más grave que el que no lo hace”.
Para Alonso, la tenencia por sí misma “termina siendo un delito excarcelable, entonces pareciera que es gratis andar con un arma en la calle”.
En paralelo, respecto de la seguidilla de enfrentamientos que hubo en los últimos días entre policías y delincuentes, contestó: “Es un problema que no empezó ahora porque llegó Waldo Wolff (ministro de Seguridad porteño) y lo descubrió. Es parte del fenómeno criminológico del AMBA. Si ellos creen que son ataques a su Policía, tienen que hacer una denuncia federal y que haya una investigación”.
El funcionario bonaerense también se quejó de que “se distorsione la realidad” y que “con datos falsos” se intente “instalar que el conurbano está descontrolado, porque no es cierto”. Las declaraciones hacen referencia a una estadística sobre la tasa de homicidios que Wolff publicó en sus redes sociales.
“Puede ser que haya una percepción que tenga que ver con que hoy en día, gracias a los teléfonos y a las cámaras, te enterás de todo lo que pasa. Antes no existía esa cantidad de información en tiempo real”, planteó el ministro Alonso.