Lisandro Damián Contreras (33), alias “Licha”, acusado de ser uno de los capos de Los Menores, una de las banda narco de Rosario Los Menores que más poder cobró en los últimos tiempos, cayó el pasado sábado en un operativo a cargo de la Divisón Delitos Fiscales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal. Fue arrestado al bajarse con su novia de una costosa camioneta en un comercio en Tigre. Cultor de un perfil bajo, los investigadores que le siguen el rastro sospechan que tiene un rol clave en el manejo logístico de la llegada de la droga a Rosario para varias organizaciones criminales. Tras su arresto, “Licha” ya fue trasladado a una cárcel, donde aguarda la audiencia en la que será acusado por asociación ilícita por los fiscales Georgina Pairola, Luis Schiappa Pietra y Alejandro Ferlazzo.
Los agentes de la PFA llegaron a Contreras tras seguir al vehículo en el que presumían que se desplazaba. Una vez aprehendido con su pareja –que luego recuperó la libertad–, la PFA allanó la casa en la que vive, ubicada en el country San Sebastián de Pilar.
El operativo fue sigiloso. No se dio a conocer hasta la noche del sábado, cuando empezó a circular la información al respecto entre fuentes oficiales. La desconfianza era lógica: a mediados de noviembre, agentes provinciales habían seguido un auto en el que se suponía que estaba “Licha”, pero al detenerlo en la zona noroeste de Rosario, descubrieron que en el auto iban otras dos personas, una de ellas armadas, que fueron aprehendidas, una posible filtración tal vez lo salvó.
“Licha”, insólitamente, tuvo varios empleos en blanco, el último en una empresa odontológica que pagó sus aportes hasta julio de este año. Su domicilio legal estaba registrado en un consultorio de Santa Fe al 2500, en el barrio Lourdes de Rosario, en el macrocentro.
Además, figura inscripto en la AFIP desde 2019 en actividades relacionadas con, casualmente, el rubro odontológico. Desde 2020 en adelante tuvo un crecimiento económico fabuloso. Para entonces, vivía en la vecina ciudad de Funes –lugar al que se había mudado desde la zona oeste de Rosario– y rápidamente dio el salto al country de Pilar, donde pasaba sus días en una propiedad que tenía vista a una laguna.
El fantasma de “Pillín” Bracamonte
Desde que su nombre y el de Los Menores comenzaron a ser mencionados en la investigación para esclarecer el doble crimen del jefe de la barra brava de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte y su ladero Daniel Raúl “Rana” Attardo, ocurrido el 9 de noviembre pasado, Lisandro se encargó de aclararle a sus allegados que su único apodo es “Licha”. Eso es porque, para él, “Limón” solo le dice la Policía de Santa Fe, con la que, se sospecha, tendría vínculos. Este domingo, en el marco de la causa contra Contreras, la Federal irrumpió en la casa de un agente provincial en Dean Funes al 3600 de Rosario, aunque no se encontró al uniformado.
Luego de su arresto en Buenos Aires, la Policía Federal trasladó este domingo por la noche y de manera hermética al presunto jefe narco hasta una cárcel que está ubicada en la zona oeste de Rosario. Se supone que, en principio, los fiscales santafesinos lo acusarán por integrar Los Menores, presunta estructura delictiva sospechada por usurpaciones, balaceras y extorsiones en distintos puntos de la ciudad, principalmente en el distrito noroeste.
A Contreras, investigadores policiales lo señalan como el presunto “jefe de logística” de la llegada de la droga a Los Menores, pero también de otra banda, como por ejemplo La Mafilia, cuyo líder es Leandro “Gordo” Vilches, un recluso que fue condenado como miembro de Los Monos.
Según los mismos investigadores, “Licha” trabajaría para un rosarino que tiene pedido de captura desde septiembre pasado y que trae grandes cargamentos de cocaína en aviones desde Bolivia hasta el sur de Santa Fe, donde se realizan los “bombardeos aéreos” de los bultos con los ladrillos de cocaína que luego son recogidos por camionetas manejadas por integrantes de diferentes organizaciones criminales.