La Policía de Córdoba llevó a cabo operativos en la madrugada del domingo que resultaron en la desarticulación de dos fiestas clandestinas en distintos puntos de la provincia. Estos eventos, que fueron organizados sin autorización, expusieron graves irregularidades y falta de control, dejando entrar a menores de edad a los establécimientos.
El primer operativo tuvo lugar en una vivienda ubicada en Pasaje Pacheco al 300, en el norte de la ciudad de Córdoba. En este lugar se encontraban más de 100 adolescentes, quienes habían pagado $4.000 para asistir al evento. Según informaron las autoridades, los jóvenes provenían de diferentes escuelas de la capital. Durante la intervención, se incautaron equipos de sonido, sistemas de iluminación y bebidas alcohólicas, entre otros elementos. Los asistentes fueron dispersados y el inmueble clausurado por falta de habilitación.
En tanto, según informó El DoceTV, el segundo operativo se desarrolló en un complejo de cabañas situado en el kilómetro 18 de la ruta E-34, en la región de Altas Cumbres, a 15 minutos de la cap. Este evento también carecía de las autorizaciones necesarias, según los informes presentados por las autoridades locales. Las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente para desmantelar la reunión y garantizar la seguridad de los asistentes.
Semanas atrás, un intenso temporal de lluvias y vientos azotó la ciudad de Córdoba, dejando a su paso un escenario de anegamientos, daños materiales y situaciones de riesgo. En medio de esta caótica noche, la Policía de Córdoba desmanteló una fiesta clandestina masiva, donde se congregaban alrededor de 1.500 menores de edad. El evento se desarrollaba en una zona rural, específicamente en un local situado sobre la Avenida Las Malvinas al 6200, y fue clausurado debido a numerosas irregularidades detectadas durante el operativo.
Las autoridades informaron que el ingreso al evento tenía un costo de 5.000 pesos por persona, mientras que las bebidas se comercializaban por valores cercanos a los 10.000 pesos. La concurrencia estaba compuesta mayoritariamente por estudiantes de seis instituciones educativas de la zona. En el lugar se encontraron más de 120 botellas de alcohol, incluyendo vodka, fernet, vinos en cartón y bebidas espumantes. Además, los efectivos confiscaron equipos de sonido, como seis parlantes y una consola de audio, utilizados para amenizar la reunión.
Las condiciones climáticas adversas complicaron el desarrollo del evento clandestino. La carpa dispuesta para la reunión terminó completamente inundada, y en el suelo se observaron numerosos restos de botellas y otros desechos. Las imágenes difundidas tras el operativo reflejan las dificultades que enfrentaron los asistentes y las condiciones precarias del lugar, que carecía de cualquier tipo de habilitación para un evento de tal magnitud.
El temporal, que se extendió entre la noche y la madrugada, también ocasionó estragos en diferentes sectores de la ciudad. Las autoridades reportaron la caída de un patrullero en un socavón debido a los anegamientos, mientras que un hombre en situación de calle quedó varado bajo un puente, atrapado por el agua acumulada. Estas circunstancias evidenciaron la vulnerabilidad de la ciudad frente a fenómenos meteorológicos intensos y la necesidad de reforzar medidas de prevención.
El operativo fue llevado a cabo por efectivos de la Policía de Córdoba en coordinación con el área de Control y Fiscalización de Eventos del municipio de la capital. Tras dispersar a los asistentes, se clausuró el lugar y se labraron las actas correspondientes. Este tipo de procedimientos busca combatir la realización de eventos no autorizados que, además de infringir normativas, representan un grave riesgo para los participantes, especialmente cuando involucran a menores de edad.
En este caso, la combinación de condiciones climáticas extremas y la masiva concurrencia de adolescentes expusieron no solo la ilegalidad de la fiesta, sino también la falta de medidas básicas de seguridad. Las autoridades reiteraron su compromiso de continuar trabajando para evitar este tipo de reuniones clandestinas y proteger la integridad de la comunidad.