“Dame la moto o te quemo”. Con esas palabras, dos motochorros abordaron y amenazaron a Daniel Muzzillo, un trabajador de la salud de 55 años. El ataque ocurrió frente a su casa en la localidad de Villa Adelina, en el partido de Vicente López. Según se observa en las cámaras de seguridad, la víctima no se resistió. Sin embargo, uno de los delincuentes lo asesinó de un disparo a quemarropa.
El ataque, que duró apenas diez segundos, ocurrió este miércoles por la noche, cerca de las 21, en Cayetano Rodríguez al 4000, en una zona que delimita los partidos de San Isidro, San Martín y Vicente López. Muzzillo estaba acompañado de su esposa: los delincuentes los interceptaron cuando llegaban a su domicilio.
Las imágenes muestran el momento en que uno de los asaltantes, que iba como acompañante en la moto, bajó del vehículo y disparó contra la pared de la vivienda para intimidar a la pareja, exigiéndole el rodado a Muzzillo. Luego, se abalanzó sobre la víctima y le disparó.
Si bien inicialmente trascendió que el hombre había recibido dos balazos, la autopsia confirmó que fue solo uno: el proyectil ingresó por la mandíbula izquierda del vecino y salió por el intercostal derecho, según pudo saber Infobae.
Los atacantes huyeron sin llevarse la moto, mientras Muzzillo quedó gravemente herido en la vereda. Tras oír los disparos, los vecinos de la cuadra llamaron al 911. Minutos después, un móvil de la Policía Bonaerense se hizo presente en el lugar y trasladó a la víctima al Hospital Belgrano de San Martín, ya que la ambulancia del SAME tardó en llegar. El hombre finalmente falleció por la gravedad de sus heridas.
Por el caso se inició una investigación a cargo del fiscal Gastón Larramendi, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Vicente López Oeste, con colaboración de Sub DDI del distrito. Entre otras medidas, las autoridades ya le tomaron declaración a la esposa de Muzzillo, quien dijo que su pareja no se resistió al robo, una versión que fue corroborada por las imágenes de las cámaras de seguridad.
Los investigadores, que continúan trabajando bajo hermetismo y siguen varias pistas, sospechan que los proyectiles eran calibre 9 milímetros (uno quedó incrustado en la pared de la vivienda) y están relevando cámaras en los alrededores para determinar la ruta de escape de los motochorros. Inicialmente, en las filmaciones se aprecia que se dieron a la fuga hacia el partido de San Martín.
Muzzillo trabajaba en una clínica y vivía junto a su madre y su pareja en el lugar donde fue atacado. Tenía tres hijos, de 25, 23 y 20 años. Vecinos y amigos lo recordaron como una persona solidaria y alegre.
“Era una excelente persona, maravillosa. De familia hermosa. Siempre con alegría y dispuesto a ayudar”, expresó una vecina. En diálogo con Infobae, la mujer también lamentó: “Como siempre, la gente de bien pierde. Y los ladrones y asesinos sueltos y tranquilos. Estoy muy indignada”.
Un amigo lo despidió en redes sociales con un mensaje emotivo: “Increíble la mala noticia que llega. Muy triste, un gran amigo perdió la vida en manos de la delincuencia y la impunidad que tienen muchos hoy en día. Un desastre lo que nos pasa como sociedad. Dani, un abrazo al cielo y espero te encuentres con el Negrito, mucha fuerza para la familia”.
Tras el crimen, vecinos de la zona convocaron una manifestación para exigir justicia y medidas de seguridad. La protesta se llevaba a cabo este jueves en la Plaza Eduardo Ader, ubicada a una cuadra del lugar del ataque.
El velatorio de Muzzillo tendrá lugar este viernes, entre las 11 y las 14, en una cochería cercana a su domicilio. Posteriormente, sus restos serán enterrados en el cementerio de Olivos.