El escape y recaptura de Roberto José Carmona, quien cumple perpetua en el Complejo Penitenciario de Sáenz Peña de Chaco por violar y fusilar a Gabriela Ceppi (16) en 1986 y por otros dos asesinatos, puso bajo la lupa la cadena de responsabilidades del caso. En ese contexto, este miércoles, seis guardias fueron detenidos e imputados por “favorecimiento a la evasión”.
Los agentes, que hasta esta tarde estaban alojados en la cárcel de Bouwer de Córdoba, pertenecen al Servicio Penitenciario de Chaco y formaban parte de la comitiva de custodia de Carmona que, el martes, mientras Argentina jugaba contra Croacia por el Mundial de Qatar, se fugó de un domicilio en el barrio cordobés “Las Violetas”, cuando visitaba a su pareja en una salida transitoria autorizada por la Justicia.
Como consecuencia de la fuga de Carmona, quien fue recapturado unas horas después en un mega operativo del que participaron la Dirección General de Investigaciones Criminales, conjuntamente con efectivos del Comando de Acción Preventiva (CAP), el Equipo de Tácticas Especiales Recomendable (ETER) y Unidades Especiales, los seis penitenciarios fueron imputados por el fiscal cordobés, Horacio Vásquez, que investiga la causa.
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“Tenemos los elementos suficientes para atribuir este delito. Estamos recolectando elementos de prueba para ver si se trató de una fuga con complicidad dolosa, o si se trató de una mera negligencia por parte del personal penitenciario”, aseguró Vásquez.
La fuga paso a paso
El 12 de diciembre pasado, Carmona fue trasladado desde el Complejo Penitenciario de Sáenz Peña (Chaco) a la cárcel de Bouwer (Córdoba), donde pasó la noche. Al día siguiente, escoltado por seis guardias de seguridad, el temible criminal llegó a la casa de su pareja ubicada en el barrio Las Violetas, en la capital de la provincia.
Según la reconstrucción efectuada por El Doce TV, en un momento, Carmona se acercó a la mujer, que estaba lavando los platos en la cocina, y le dijo que “quería descansar”.
Segundos más tarde, ella fue a buscarlo al dormitorio y no lo encontró. Revisó el baño y tampoco había nadie. Recién cuando les preguntó a los guardias, que “estaban mirando el partido”, ellos salieron a buscarlo.
El resto quedó filmado por las cámaras de seguridad de la zona: en su huida, Carmona tomó un taxi y mató a cuchilladas en el cuello al conductor, luego identificado como Javier Bocalón. Tras el siniestro, el criminal se bajó del auto con un bolso en la mano y salió corriendo.
Luego, robó un Volkswagen Gol de una mujer y lo dejó abandonado unos metros más adelante, hasta que fue recapturado en medio de un mega despliegue policial, cuando intentaba perderse entre la multitud que festejaba en las calles la clasificación de Argentina a la final de la Copa del Mundo.
En diálogo con los medios locales, el padre de la víctima, Raúl Bocalón, cuestionó el beneficio de salidas transitorias que el juzgado de Ejecución Nº 2 de la provincia de Chaco le concedieron a Carmona en 2014. “Si supiera el nombre del juez que lo autorizó a salir, a ese voy y lo mato. Tengo 70 y pico… ¿Qué me pueden hacer? Cárcel domiciliaria”, manifestó entre lágrimas.
En tanto, la jefa de Policía de Córdoba, Liliana Zárate Belletti, admitió este miércoles que la Fuerza tomó conocimiento de la presencia en Córdoba del homicida Roberto José Carmona recién cuando se fugó del domicilio.
“Tomamos conocimiento 16.26 cuando ingresó un llamado al 911. Un efectivo del servicio penitenciario nos avisó de la evasión. No nos habían avisado antes”, admitió en diálogo con Mitre Córdoba.
“Sabíamos que tenía salidas transitorias, venía cada cuatro meses pero no nos informaban. Desde el martes a la mañana estaba en ese domicilio”, cerró.
Con información de Télam
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