
La comisaría de la localidad tucumana de Monteagudo fue nuevamente allanada en busca de evidencias para incorporar a la causa por el crimen del productor rural Luis Espinoza, por el que se encuentran detenidos ocho policías que trabajaban en esa dependencia, además de un vigilador comunal y el hermano de un efectivo.
La fiscal tucumana a cargo de la causa, Mónica García de Targa, realizó este miércoles por la noche un nuevo allanamiento en la seccional para tratar de encontrar documentación y otras pruebas sobre el hecho que tuvo como víctima a Espinoza.
Sucede que, de acuerdo a lo que obra en el expediente y a lo que declaró el hermano de la víctima, el 15 de este mes Luis fue golpeado por la Policía y luego llevado a arrastras hasta un monte, tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, en la ciudad de Simoca.
Desde ese momento nada más se supo de Espinoza durante una semana, hasta que el viernes pasado su cuerpo fue hallado baleado en la espalda en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán.
La fiscal sostiene que el hombre fue asesinado en Melcho, que luego su cuerpo fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, descartado en Catamarca, donde fue arrojado por un barranco envuelto en plástico.

Según informaron las fuentes, durante esta jornada los peritos procurarán determinar si la bala que mató a Espinoza pertenece a alguna de las cuatro armas reglamentarias de los policías detenidos y que los especialistas identificaron que fueron disparadas el día del procedimiento.
Hasta el momento los apresados por el crimen son el subcomisario Rubén Montenegro, el oficial José Morales, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.
En tanto, los familiares de Espinoza solicitaron a la fiscal que investigue a otras personas de la zona que también podrían estar implicadas en el asesinato, indicaron fuentes cercanas a la investigación.
El productor rural, padre de seis hijos, fue visto por última vez cuando se dirigía a caballo junto a su hermano Juan a la casa de su madre. En el trayecto pasaron por donde se desarrollaba un festival de carreras cuadreras y se detuvieron a observar. Pero minutos después llegó personal de la comisaría local y se generó un incidente.
Allí fue cuando Espinoza se cayó del caballo y los policías comenzaron a golpearlo, al igual que a su hermano, quien aseguró que escuchó unos tiros y después vio cómo se lo llevaban hacia un monte.
Los agentes sostuvieron que ellos llegaron porque se estaba violando la cuarentena y que los asistentes a la cuadrera comenzaron a generar incidentes, por lo que realizaron unos disparos al aire para tratar de calmar a los más exaltados.
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