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El siniestro, originado por un
El siniestro, originado por un cortocircuito, destruyó por completo una habitación, aunque no hubo heridos ni daños en la basílica (IG: Noticias de Itatí)

El mediodía de este viernes se vio alterado en Itatí, Corrientes, cuando un incendio sorpresivo se desató en un hospedaje situado a escasos metros de la Basílica de Itatí, uno de los puntos de mayor convocatoria religiosa del país. El siniestro, aunque manejado con rapidez por los equipos de emergencia, generó inquietud entre vecinos, turistas y fieles presentes en la zona, conocida por recibir a miles de personas durante todo el año.

La preocupación creció rápidamente por la cercanía del fuego al templo histórico, considerado una referencia espiritual y cultural para la región y toda la Mesopotamia argentina. Testigos que se encontraban en las inmediaciones advirtieron el humo emanando del hospedaje cercano, lo que movilizó a los cuerpos de Bomberos Voluntarios de Itatí y a efectivos de la Comisaría Distrito Itatí, quienes acudieron al lugar tras recibir la alerta pasadas las 14:30.

De acuerdo con la información difundida por Noticias de Itatí en su cuenta de Instagram, el origen del fuego estaría vinculado a un cortocircuito surgido en una de las habitaciones del establecimiento. El siniestro afectó principalmente ese espacio, donde las llamas consumieron por completo mobiliario como colchones, una cama y un sofá. Las pérdidas materiales en el departamento fueron totales, aunque no se reportaron heridos ni personas atrapadas, lo que evitó consecuencias más graves.

La intervención de los bomberos fue decisiva en la resolución favorable del episodio. Su labor permitió extinguir el incendio en un tiempo breve, lo que generó alivio entre quienes temían que la situación pudiera agravarse debido a la proximidad con la basílica y la afluencia de peregrinos y vecinos en la zona. Una vez controlado el fuego, los bomberos prosiguieron con tareas de enfriamiento, con el objetivo de evitar cualquier riesgo de reinicio del foco ígneo.

La devoción a la Virgen
La devoción a la Virgen de Itatí es uno de los pilares espirituales y culturales de la Mesopotamia argentina

En paralelo a la labor de extinción, el personal de la Comisaría Distrito Itatí desarrolló tareas específicas de apoyo y seguridad en el sector circundante. Esto incluyó la cooperación en la evacuación preventiva de huéspedes y la delimitación de un perímetro de seguridad para impedir el acceso de curiosos y asegurar un entorno propicio para las maniobras de los socorristas.

El edificio afectado funciona como hospedaje y suele albergar tanto a turistas como a vecinos que buscan alojamiento económico a pocos metros de la basílica. Su ubicación cercana al santuario, que cada año recibe la visita de miles de personas devotas de la Virgen de Itatí, incrementó la alarma durante las primeras noticias sobre el siniestro. A pesar de la alarma inicial, la integridad de los asistentes y de la construcción adyacente al templo religioso no se vio comprometida.

La basílica, centro emblemático de la fe católica en el litoral argentino, se mantuvo ajena a los daños ocasionados y conservó su habitual ritmo de visita durante el desarrollo del operativo. La Virgen de Itatí es objeto de una de las devociones más arraigadas de la región. El templo ha cobijado a lo largo de los años a millones de fieles y ha sido escenario de peregrinaciones multitudinarias, así como de relatos ligados a supuestos milagros atribuidos a la imagen sagrada.

El actual santuario de Itatí,
El actual santuario de Itatí, inaugurado en 1950, es una de las mayores obras religiosas de Argentina, con una cúpula de 83 metros. (Crédito: Facebook Basílica de Nuestra Señora de Itatí)

El origen de la veneración a la Virgen de Itatí se remonta al siglo XVI, cuando los misioneros franciscanos iniciaron la evangelización de los pueblos guaraníes. En 1589, el padre Luis de Bolaños llevó consigo una pequeña imagen de la Virgen María, tallada en madera policromada, que pronto se transformó en el centro de una devoción que perdura hasta hoy. Las crónicas de la época relatan que la imagen fue protagonista de episodios considerados milagrosos, como la aparición de luces que ahuyentaron a agresores indígenas, reforzando la creencia en su poder protector.

El primer santuario dedicado a la Virgen se erigió en 1615, impulsado por Luis de Bolaños en el asentamiento que luego sería el pueblo de Itatí. Aquella modesta capilla de paja y adobe no solo funcionó como centro religioso, sino también como punto de encuentro para la evangelización de las comunidades guaraníes. A pesar de su sencillez, el lugar se convirtió rápidamente en destino de peregrinación para quienes buscaban rendir homenaje a la Virgen y solicitar su intercesión.

El crecimiento de la devoción llevó a la construcción de un segundo santuario en el siglo XVIII, más amplio y resistente, que mantuvo viva la tradición mariana en la región. Sin embargo, la expansión de la fe y la llegada de más fieles hicieron necesario un nuevo templo. Así, en 1950 se inauguró el actual santuario, una de las mayores obras arquitectónicas religiosas de Argentina. De estilo neoclásico, la basílica destaca por su cúpula de 83 metros de altura, una de las más grandes de Sudamérica, y por su altar mayor, donde se encuentra la imagen de la Virgen rodeada de detalles artísticos que reflejan la cultura guaraní y la influencia católica.