
Clara Giménez murió a sus 19 años, después de haber pasado cinco años con una bolsa de ostomía temporal por una obstrucción intestinal. Su historia se había hecho viral apenas dos meses atrás, cuando salió a compartir su experiencia en redes sociales.
La adolescente -que había vivido once internaciones desde 2020- llevaba tiempo luchando con la obra social por la falta de cobertura en su tratamiento. “La demora fue letal”, lamentó Fernanda, su madre, en las últimas horas.
Soñaba con ser chef y trabajar en cocinas de Europa y Estados Unidos. Según había revelado a Infobae en una entrevista reciente, el año pasado se había sometido a una cirugía de reconstrucción intestinal y existía la posibilidad de dejar de usar la bolsa “en muy poco tiempo”.

Sin embargo, eso jamás ocurrió. En diálogo con medios de Mar del Plata, de donde era oriunda la familia, su madre explicó que existía una disputa con la obra social desde enero de este año.
“Cuando llegó (la cobertura), fue demasiado tarde. La atención que recibió en la clínica que teníamos por cartilla no estuvo a la altura de su patología y, lamentablemente, ya es muy tarde”, sostuvo.
La familia Giménez había iniciado una acción judicial contra la Obra Social del Personal de Telecomunicaciones de La República Argentina (OSTEL), encargada de la cobertura médica de la adolescente, luego de atravesar una extensa instancia administrativa sin respuestas.

“El problema es que no hay una sanción real y ejemplificadora para los incumplimientos”, denunció la abogada de la familia, Verónica Giovanniello, en diálogo con Ahora Mar del Plata. Y agregó: “El juzgado ordena, la obra social desoye, y los afiliados se mueren. Así de drástico”.
Y es que, según reconstruyeron medios locales, aunque el Juzgado Federal N.º 4 dictó medidas cautelares para garantizar su atención, varias se cumplieron con demoras. En ese sentido, el traslado al Hospital Privado de Comunidad (HPC) se concretó cuando ya era tarde.

“Claras hay miles. Su historia conmovió porque tuvo el coraje de hacer público el destrato que sufrió. Incluso llegaron a insinuar que no la atendían porque era una afiliada indirecta y su aporte ‘no alcanzaba para nada’. Eso es vergonzoso”, explicó la letrada.
“No me quiero perder nada de la vida”
Clara brindó una entrevista a Infobae a mediados de abril, luego de que su historia se viralizara por su participación un canal de streaming. En ese diálogo contó que en 2018, después de haber atravesado problemas intestinales desde los primeros años de vida, los médicos detectaron que tenía un vólvulo intestinal.

“Me diagnosticaron megacolon y se me dio vuelta gran parte del intestino grueso. Por eso me tuvieron que cortar una gran parte de ese órgano”, contó, en ese momento.
La situación se agravó en 2020, cuando sufrió una nueva obstrucción intestinal y los médicos resolvieron colocarle una bolsa de ileostomía, un tipo de ostomía.
“Es una cirugía muy simple. Se hace una abertura en el abdomen para que ´la caca´ salga por ahí. En ese momento, estuve bastante tiempo internada. Por suerte no me perdí casi nada con mis amigas porque estaban todas en cuarentena”, explicó.

A principios de abril, la joven de 19 años le escribió a la streamer Marti Benza, de Olga. Así fue como llegó al estudio del streaming, contó su historia y mostró la bolsa que formaba parte de su día a día: “Muchas personas se enteraron después de la nota en Olga que tenía la bolsita”.
Los primeros meses con la bolsa resultaron muy difíciles. Según relató, se sentía abrumada por las miradas de personas que la observaban con asco o impresión.
Pero, con el tiempo, Clara retomó la vida de cualquier adolescente. En su Instagram compartía fotos en boliches, en la playa con amigas y hasta con la bolsa de ileostomía.
“Todo lo que pasé me hizo ver en forma diferente la vida. Eso creo, al menos. Me tomo de otra manera los problemas. No me ahogo en un vaso de agua”, concluyó.
Últimas Noticias
Un fuerte sismo sacudió a La Rioja y se sintió en varias provincias
El fenómeno fue de 4,8° en la escala de Richter, por lo que podría considerarse como un suceso de mediana gravedad

Secuestrado, torturado y asesinado: la desaparición forzada de Felipe Vallese, el caso que anticipó el plan sistemático de la dictadura
El 23 de agosto de 1962, poco antes de la medianoche, un joven militante de la Juventud Peronista fue secuestrado en Buenos Aires por un grupo de policías y nunca volvió a aparecer. La investigación del periodista Pedro Barraza que pudo reconstruir su calvario, desde la captura hasta la muerte en la tortura, y permitió condenar a los perpetradores, aunque solo por el secuestro porque el cuerpo de Vallese nunca fue encontrado

A 40 años de la caída del clan Puccio: el último secuestro de la familia que raptaba empresarios, cobraba el rescate y asesinaba
Liderada por el padre de familia, Arquímedes, escogían a víctimas adineradas y las alojaban en un miserable calabozo dentro de su propia casona de San Isidro. Les prometían a quienes los buscaban que si les pagaban los devolverían con vida pero terminaban asesinándolos de todos modos. El rol de cada uno de sus integrantes, sus secuaces, sus hijos rugbiers, y su esposa, Epifanía Calvo, quien sigue viviendo en su departamento de San Telmo bajo el amparo del anonimato

Julieta Silva insistió en que fue víctima de extorsión: “No podía salir de la relación porque él tenía videos íntimos míos”
Luego de que fuera denunciada por presuntamente haber golpeado a su esposo, la mujer volvió a rechazar las acusaciones y dio su versión

Desvalijaron la casa de un secretario judicial en La Matanza y la Policía atrapó a uno de los ladrones
Primero usaron inhibidores para robar dentro del auto de la víctima, donde encontraron las llaves del domicilio de la víctima. Además de objetos de valor, se habían llevado 10.000 dólares
