
El calendario hebreo señala una fecha de especial relevancia espiritual y cultural para el pueblo judío: el Pesaj, también conocido como la Pascua judía, que en 2025 se celebrará del 12 al 20 de abril. La festividad no sólo conmemora un momento fundacional en la historia de Israel, sino que además articula prácticas rituales, gastronómicas y comunitarias que se han transmitido de generación en generación a lo largo de más de tres mil años.
Qué se celebra en el Pesaj
El Pésaj recuerda el relato bíblico del Éxodo, narrado en el libro del Éxodo de la Biblia hebrea, cuando el pueblo israelita fue liberado de la esclavitud en Egipto bajo el liderazgo de Moisés. El faraón, temeroso de que los hebreos se multiplicaran y amenazaran su poder, los sometió al trabajo forzado e incluso ordenó la matanza de los primogénitos varones recién nacidos.
Moisés, criado en la corte egipcia, recibió de Dios la misión de pedir la liberación del pueblo: ante la negativa del faraón, según se relata, Dios envió diez castigos (llamados “plagas”) sobre Egipto, siendo la última la más severa, la muerte de los primogénitos.
Tras esta última, el faraón accedió a liberar a los hebreos, que iniciaron entonces su marcha hacia la Tierra Prometida, una travesía de cuarenta años por el desierto. El evento fundacional del Éxodo no sólo marca el nacimiento de Israel como pueblo libre, sino que también funda una cosmovisión: la memoria de la esclavitud, la justicia divina y la esperanza colectiva.

Qué significa “Pesaj”
La palabra Pésaj proviene del hebreo y significa “salto” o “pasar por alto”, en referencia directa al décimo castigo narrado en la Torá. En ese episodio, el ángel vengador enviado por Dios recorre las casas egipcias para matar a los primogénitos, pero “pasa de largo” aquellas casas israelitas cuyas puertas han sido marcadas con sangre de cordero, como se les había ordenado a los hebreos.
Este acto, que simboliza la distinción divina y la protección sobre el pueblo hebreo, da nombre a toda la festividad. Según la Torá, “el Señor pasará para herir a los egipcios, pero cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, pasará de largo aquella casa y no permitirá que el destructor entre en ella para herir” (Éxodo 12:23). Esta escena es clave para comprender no sólo el nombre, sino también la carga simbólica del Séder y sus rituales.
Cómo se celebra el Pesaj
La celebración se estructura en torno a la cena ritual conocida como Séder, que se realiza la primera noche (o dos noches en la diáspora) y combina lecturas religiosas, comidas simbólicas y una narrativa pedagógica.
Durante el Séder, las familias judías leen la Hagadá, texto que guía el orden del ritual, e invitan a todos los presentes a recontar la historia del Éxodo, formulando preguntas, cantando y reflexionando en grupo.

Previamente, las casas son sometidas a una limpieza minuciosa para eliminar cualquier resto de jametz (alimentos fermentados o leudados), siguiendo la orden bíblica de no consumir pan leudado durante los días de Pésaj.
Este precepto se explica porque los hebreos debieron salir de Egipto tan apresuradamente que no tuvieron tiempo de fermentar el pan, llevándose consigo sólo masa sin levar. Por ello, el pan ácimo o matzá se convierte en el alimento central durante los ocho días.
En la semana, se suspenden los productos con levadura (pan, galletas, cerveza, fideos), que son reemplazados por preparaciones a base de matzá o sus derivados. Algunas comunidades además restringen el uso de electricidad, fuego o dispositivos electrónicos durante los días festivos principales, permitiéndolos solo en los días intermedios (jol hamoed), según la observancia religiosa adoptada.
Qué platos tradicionales se comen en el pesaj
Cada elemento del plato del Séder tiene un significado profundo y simbólico. Entre los alimentos típicos destacan:
- Matzá: pan sin levadura hecho solo con harina y agua, símbolo de la humildad y la urgencia de la huida.
- Hierbas amargas (maror): suelen ser lechuga o rábano picante (jrein), que representan la amargura de la esclavitud.
- Jaroset: pasta dulce de manzana, nueces y vino que simboliza el mortero que los esclavos utilizaban en la construcción.
- Hueso de cordero asado (zeroa): evoca el sacrificio pascual del cordero en el templo.
- Huevo cocido (beitzá): tiene múltiples lecturas; puede representar duelo por la destrucción del templo o el ciclo de la vida.
- Karpás: vegetal (como apio o perejil) que se sumerge en agua salada para recordar las lágrimas de los esclavos.

Los adultos consumen cuatro copas de vino, y los niños, jugo de uva kosher, como parte de los rituales. A lo largo de la semana, también se elaboran platos como albóndigas con harina de matzá, tortas sin harina común y se evita cualquier ingrediente con fermentación.
Como parte lúdica del Séder, los niños buscan el afikomen, un trozo de matzá escondido en la casa, que deben encontrar para poder cerrar la ceremonia.
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