El DJ Rudy Yáñez en La Escalada: el alma de las fiestas que pasó música para Maradona, Coldplay y los Rolling Stones

Rodrigo “Rudy” Yáñez es un DJ argentino que dejó su huella en la industria de los eventos en Argentina. Con una carrera que abarca décadas, fue testigo y protagonista de la evolución del rol del DJ. Así, pasó de ser un personaje secundario en las fiestas a convertirse en el alma de los eventos. Su trayectoria incluye desde sus humildes comienzos hasta llegar a trabajar con figuras de la música internacional como los Rolling Stones y Coldplay, así como en eventos de alto perfil en el país.

El viaje de Rudy en el mundo de la música comenzó en la década de 1980, cuando aún era un estudiante. En 1987, gracias a un amigo de colegio cuyo hermano era DJ en un boliche, se introdujo en el mundo de la musicalización de eventos. En aquel entonces, el DJ no era el protagonista de las fiestas. De hecho, solía ubicarse en una esquina y la música cumplía un rol secundario. “En esa época el DJ era casi invisible, poníamos música en inglés, después venía la mesa dulce y se bailaban lentos. Ahí se terminaba la fiesta”, recuerda Rudy en diálogo con la sección La Escalada de Infobae. Yáñez empezóó como asistente. Se encargaba de limpiar y pasar los discos de vinilo al musicalizador principal.

Con el tiempo, su interés por la música y la producción de eventos creció. Al terminar el colegio, junto con un amigo, decidió aventurarse en la organización de fiestas. “Nos dijimos: ‘Che, vamos a empezar a hacer fiestas’, y así arrancamos”, cuenta Rudy con entusiasmo.

Una de las anécdotas más memorables de sus primeros años ocurrió en 1989, cuando trabajaba en el salón del Hípico Alemán, un sitio de moda para eventos de la época. Un día, le informaron que debía presentarse temprano para musicalizar un civil, sin mayores detalles. “Nos dijeron: ‘Tienen que estar temprano porque hay un civil y hay que poner música de fondo’. No era ni para bailar”, recuerda. Al llegar, descubrió que se trataba nada menos que del casamiento civil de Diego Maradona. “Imaginate, veníamos del ‘86 campeones del mundo y ahí estaba yo, musicalizando el civil del Diez. Fue una locura”. En ese pequeño evento de 60 o 70 personas estaban presentes los jugadores del Napoli, en una celebración previa a la gran fiesta que tendría lugar en el Luna Park.

El crecimiento de Rudy en la industria de eventos fue exponencial. Con el paso de los años, cofundó una empresa que llegó a manejar un ritmo de trabajo impresionante: en su mejor momento, organizaron 2500 fiestas al año, lo que equivalía a 70 eventos por semana. “Era un disparate”, admite. “No parábamos. Era un evento tras otro, todo el tiempo.”

La empresa se convirtió en la primera opción para eventos de figuras políticas y del mundo del entretenimiento. Entre los eventos destacados, se encontraban el casamiento de Mauricio Macri y Juliana Awada, la fiesta privada de los Rolling Stones en Argentina, y el evento exclusivo de Coldplay en un bar de Recoleta tras su concierto en La Plata. “Nos llamaron para poner música en la fiesta privada de Coldplay. Imaginate, tener la chance de musicalizar para Chris Martin y su equipo, fue increíble”, relata Rudy.

A pesar del éxito y la demanda, la presión y el ritmo de trabajo también trajeron consecuencias. Uno de los momentos más duros en la carrera de Rudy fue la pérdida de su socio y amigo, quien falleció de un infarto a los 40 años, afectado por el estrés del negocio. “Fue un golpe durísimo y una gran alarma para mí”, confiesa. La tragedia se convirtió en una advertencia que lo hizo replantear sus prioridades.

Años después, la pandemia de COVID-19 marcó otro punto de inflexión en su vida. Con la industria de los eventos paralizada, tuvo el tiempo necesario para reflexionar sobre su futuro. Fue entonces cuando tomó una decisión clave: vender su parte de la empresa y crear Rudy’s Music, un proyecto más pequeño, boutique y personalizado. “Decidí que no quería seguir en esa vorágine de eventos sin parar. Quería algo más personalizado, donde pudiera disfrutar realmente de cada fiesta”, explica.

Con Rudy’s Music, el enfoque cambió completamente. En lugar de manejar cientos de eventos a la vez, ahora su equipo se especializa en solo dos o tres fiestas por fin de semana. “Es otro nivel de trabajo, más exclusivo”, dice Rudy. Su objetivo es ofrecer experiencias únicas y memorables, involucrándose activamente en la organización y musicalización de cada evento. “Tratamos de hacer fiestas diferentes, de divertirnos, de ser una parte fundamental del evento.”

Para Rudy, el éxito de una fiesta se mide por la felicidad de los invitados. Su filosofía es clara: “Para mí, una buena fiesta es esa en la que me voy a mi casa diciendo ‘hoy la rompí’ y la gente se fue feliz”. Su capacidad para leer el ambiente y adaptar la música en función de la energía del público lo distingue de otros DJs.

Rudy cree firmemente que la industria de los eventos evoluciona hacia experiencias más personalizadas y exclusivas. Tras la salida de la pandemia, las personas buscan algo distinto, algo que rompa con lo tradicional. “Hoy la gente quiere experiencias más auténticas, no simplemente una playlist. Quieren que el DJ entienda el momento, que haga vibrar a la gente”, señala Yáñez.

Su objetivo con Rudy’s Music es continuar innovando y ofreciendo algo especial, manteniendo siempre la pasión y el amor por la música que son parte de su esencia. “Al final del día, esto es lo que amo hacer. Y mientras la gente siga bailando y disfrutando, seguiré detrás de las bandejas, poniendo la mejor música”, concluye con una sonrisa. Desde ser el chico que limpiaba discos en los 80 hasta convertirse en el DJ de eventos exclusivos y figuras internacionales, Rudy Yáñez es un claro ejemplo de cómo la pasión y la dedicación pueden transformar una carrera y redefinir una industria.