La vida de Paz tras la Tragedia de Once: la hija de Lucas Menghini habla de la conexión musical y los recuerdos junto a su papá

La joven, ahora de 17, tenía 4 años cuando murió su papá por el choque del tren Sarmiento el 22 de febrero de 2012. Su vocación por el arte, heredada de su padre, y los momentos que más lo extraña

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El tema de Lucas Menghini "Antes de que me griten" en la voz de su hija Paz

Paz Menghini puede expresar mucho a través de sus ojos. Antes de empezar la charla, ya casi lo dijo todo con su mirada. La historia de esta chica, de 17 años, está atravesada por una de las últimas tragedias de la historia Argentina. Su papá, Lucas, fue víctima del tren que chocó contra la estación de Once el 22 de febrero de 2012. En ese momento, Paz tenía 4 años. “Yo andaba en monopatín por casa y preguntaba por mi papá -recuerda la joven-. Vino mi abuela se sentó en el piso y me llamaba y yo no quiería ir. Eso me lo acuerdo muy bien. No sé que me dijo, pero sí la angustia que había en todo el ambiente familiar”.

Paz sigue con el relato de ese momento sin parar. Abre bien grandes sus ojos y mueve sus manos. “Mi mamá siempre me cuenta que por esos días esos que lo estaban buscando mi viejo, una noche me desperté súper angustiada con una pesadilla de que mi tía Belén, la mejor amiga de mi mamá, estaba en un lugar muy chico atrapada y que no podía salir. Creo mucho en las energías y todo eso. Suelo tener sueños premonitorios”, cuenta la chica. El cuerpo del papá de Paz recién fue hallado a las 18.20 del 24 de febrero de 2012, 57 horas después del accidente, en una cabina de uno de los vagones de la formación. Estaba muerto entre el tercer y cuarto vagón.

Paz Menghini a los 17
Paz Menghini a los 17 años y cuando era chica en brazos de su papá Lucas

La búsqueda de Lucas

Lucas Menghini tenía 20 años en el momento del choque. Su cuerpo fue el último en ser rescatado entre los vagones retorcidos del Tren Sarmiento que chocó contra el andén 2 de la terminal. Lo hallaron 57 horas después del impacto, que ocurrió a las 8.33 del miércoles 22 de febrero de 2012. Durante todo ese tiempo, sus padres, María Lujan Rey y Paolo Menghini recorrieron todos los medios para que el tema no se disipe. Para que se sigua su búsqueda hasta el final.

La foto de “El Chimu”, así era su apodo, apareció en todos los medios y en las marchas para pedir justicia por la Tragedia de Once. Su pasión era la música. El joven era parte de “Los Chimeneas”. Esa semana, antes del accidente, el grupo se había presentado en el carnaval de San Antonio de Padua, en el oeste del conurbano.

Paz heredó de su papá la pasión por la música. Hace dos años, cuando tenía 15, sorprendió a su familia con una versión casera de un tema de Lucas. “Mi abuelo estaba yendo para una nota en esa fecha en el que todo el tema vuelve a los medios en febrero - cuenta la joven-. Le mandé un mensaje con la canción. Y fue un impacto muy grande. Todos lloramos, porque nos removió todo el recuerdo de mi papá”.

La joven toda su vida
La joven toda su vida estuvo relacionada con el arte. Estudió muchos años danza y a partir de la adolescencia empezó a cantar (Gustavo Gavotti)

La voz y música de Lucas Menghini

La joven toda su vida estuvo relacionada con el arte. Estudió muchos años danza y a partir de la adolescencia empezó a cantar y dedicarse a la música. Lucas dejó cientos de canciones y Paz vuelve a ellas cada vez que necesita estar cerca de su papá. “Tener su voz tan presente es un privilegio -explica la chica-. En general, cuando muere una persona se olvida eso en muy poco tiempo y no se puede recuperar”.

Todo el tiempo, Paz vuelve a esas canciones. Es parte de su playlist junto a discos de moda y clásicos del rock nacional con Spinetta o Charly García. Entre todas las canciones, están las de Lucas, que Paz siempre vuelve a tararear la música o cantar sus letras. “Muchos son hits”, se entusiasma. Cuando está mal hay una frase que le dejó su papá que la hace sentir mejor: “No pierdas más la calma que la paciencia. No es tan cruel”, Cantaba Lucas y Paz lo retoma. “Muchas veces necesitó a mi papá. Tengo que vivir con eso y por suerte esta mi mamá y mis abuelos que son muy importantes en mi vida - admite la chica-. Pero igual, hay veces que tengo diferencias con mi mamá y me gustaría tener ese refugio de papá”.

Pese a que apenas tenía 4 años, Paz tiene recuerdos de momentos que pasó junto a Lucas Menghini. “Me iba a buscar al jardín muchas veces y tengo escenas de mucho juegos en la plaza. Mi papá era muy calentón y un nene me había sacado un juguete en el arenero. Él fue, encaró al padre y se enojó mucho”, relata la chica. También están las fotos. Allí se los ve al joven y la nena, los dos mirando al futuro con una sonrisa.

Lucas Menghini junto a su
Lucas Menghini junto a su hija Paz

Paz cuenta que la ausencia de su papá le pega en la vida cotidiana. Por ejemplo, que no haya estado para su fiesta de 15. “También me pasa que pienso que mis hijos no van a tener abuelo de mi parte. O que el día que me case no me va a llevar mi papá al altar. Muchas veces recuerdo mi historia con mis amigas. Ellas lloran y yo no, porque lo tengo muy asimilado ya. Les pregunto, ´¿por qué se ponen tan mal?´. También me angustia ver como se ponen mis abuelos en especial en fechas como el aniversario de la tragedia o el cumpleaños de mi papá”, cuenta.

La chica también mantiene vínculos con los amigos de su papá. Todos ellos ligados a la música. “Para ellos es reconfortante ver un poco a mi papá en mí y para mí verlo en otra faceta, la de amigo. Así me entero de anécdotas o los recuerdos de su juventud que que te cuentan que son distintos. Claro, entonces tenés como un sentimiento que lo conocés un poco más y desde otro lado”, explica Paz.

Paz Menghini grabó un tema
Paz Menghini grabó un tema de su papá Lucas (Gustavo Gavotti)

La herencia de Lucas Menghini

Además de la mirada idéntica que se puede confirmar en las fotos que quedaron de padre e hija, Paz heredó el carácter de Lucas. “Siempre voy para adelante. Me puse en la cabeza dedicarme a la música y nada me va a detener. Muchas veces, mi mamá en alguna discusión me dice ´igualito a tu padre´”, cuenta la joven artista. Este año, Paz terminará el secundario y ya tiene definido su futuro. Va a estudiar Artes Escénicas en la UADE. “Canto, pero también me gusta meterme en la producción general de lo que hago. Desde la estética hasta el último arreglo musical”, explica.

“Siempre supe que mi camino era por el lado del arte. Toda mi familia siempre lo tuvo claro. Viste que los nenes cuando son chiquititos capaz te dicen un día quiero ser veterinario y otro astronauta. Yo nunca cambié de opinión”, sostiene la chica.

En ese sentido, Paz tiene una relación artística con su abuelo Paolo, quien se encarga de los arreglos musicales. “Es mi familia, pero tenemos un vínculo muy profesional. Hay veces que le puedo devolver hasta cuatro veces una canción que no me deja conforme”, cuenta.

Paz Menghini sobre el escenario
Paz Menghini sobre el escenario en uno de sus primeros recitales

La carrera de Paz Menghini

Paz grabó un EP de 4 canciones que ya están en Spotify, entre las que se incluye un tema de Lucas, “Antes de que me griten”. Esa canción ya tiene un videoclip que acompaña esta nota. “Hice mi versión de ese tema y después mi objetivo es tener canciones propias. Tener mi propio camino, inspirado en mi papá pero seguir adelante”, explica.

Mientras espera para empezar la universidad, Paz se entusiasma con lo que le queda del secundario. “Por un lado ya quiero dejar las matemáticas y estudiar lo que me gusta de arte. Pero por otro lado, se viene el viaje a Bariloche y todo lo que comparto con mis amigos”, sostiene.

De su papá puede imaginar poco de cómo hubiera seguido su vida. “Es como que quedó congelado en esos 20 años, muy joven. Creo que hubiera tenido una carrera ligado a la música. Ese era su sueño. Y ahora también el mío”, admite. Ahora, Paz abre muy grande sus ojos. Su mirada y la de Lucas Menghini se funden en una sola. En el horizonte de este chica, atravesada por la Tragedia de Once, hay decenas de canciones por venir. Y la voz de su papá que seguirá resonando en su corazón para siempre.