Una universidad nacional levantó un muro de $679 millones por la inseguridad

Las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo aseguran que siguieron la recomendación de expertos para prevenir situaciones de violencia. Hay conflictos con la comuna por la falta de habilitaciones

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“En ese perímetro en donde
“En ese perímetro en donde estamos haciendo el cierre perimetral, tuvimos los mayores casos de acciones violentas en asaltos”, argumentó Estefanía Villarruel

La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) quedó envuelta en una polémica por la construcción de un muro perimetral en su campus, una obra valuada en $679 millones. La medida, impulsada como respuesta a los problemas de inseguridad en la zona, generó cuestionamientos desde varios frentes: por su impacto en el urbanismo, las irregularidades administrativas en su ejecución y las acusaciones de segregación social.

En ese perímetro en donde estamos haciendo el cierre perimetral, tuvimos los mayores casos de acciones violentas en asaltos, incluso con amenazas de arma blanca y de fuego”, argumentó Estefanía Villarruel, secretaria general de la casa de estudios. De acuerdo con las autoridades, la medida es una recomendación de una comisión de expertos en seguridad.

“(La comisión) termina aconsejando que, para poder salvaguardar la integridad y la vida de las personas que circulan por esa parte de la universidad, había que hacer este cierre perimetral”, agregó Villarruel, en declaraciones a la prensa local. Y es que el muro de hormigón no envuelve la totalidad de la universidad, sino un cuarto de ella: las facultades de Derecho y Educación, el comedor universitario, la residencia de los estudiantes y la zona de talleres de la Facultad de Artes.

Además, según precisó la secretaria general, el muro es solo una arista más en un plan integral para combatir la inseguridad: “No es que pensamos que con esto se termina todo y que no vamos a tener más hechos delictivos. La realidad social atraviesa la universidad porque no está en una esfera, no está aislada de lo que pasa”, afirmó. Cabe aclarar que la obra se encuentra casi en su etapa final.

La Municipalidad de Mendoza ordenó
La Municipalidad de Mendoza ordenó su paralización debido a la falta de autorización.

Sin embargo, la construcción no está exenta de polémica, por al menos tres razones. A fines de enero, la Municipalidad de Mendoza ordenó su paralización debido a la falta de autorización, ya que se constató la inexistencia de un expediente ante el municipio. Además, se detectaron materiales y estructuras sin apuntalar, y que el cierre perimetral invade los límites establecidos. Lo cierto es que el cierre perimetral, a cargo de la firma PREAR Pretensados Argentina S.A., se anunció en octubre del año pasado.

El mismo intendente, Ulpiano Suarez, fue crítico al respecto: “La universidad no tiene ningún privilegio”. En esa línea, la institución debió reunirse este lunes con la comuna para avanzar en la habilitación de la obra, que permanecerá detenida hasta que los equipos técnicos logren un acuerdo.

Federico Morandini, coordinador general y técnico de la UNCuyo, explicó esta semana que “hay un alto grado de satisfacción por parte de la población” con respecto a esta medida. Según indicaron desde la casa de estudios al Diario Uno, en el pasado se probaron otras soluciones al problema de la inseguridad, como una malla metálica, pero ninguna fue eficaz.

El valor de la obra
El valor de la obra asciende a 679 millones de pesos.

Otra de las críticas surge del Consejo Superior de la misma institución, que, en una carta fechada este lunes y dirigida a la rectora Esther Sánchez, cuestionó la falta de participación del organismo en el proyecto. “Teniendo en cuenta el volumen presupuestario involucrado y el impacto urbanístico y social de su construcción, creemos que el Consejo Superior debió tener plena participación e involucramiento en todo el proceso”, señala el comunicado. Y es que el valor de la obra asciende a 679 millones de pesos. Exigen un informe administrativo y técnico completo sobre la obra, información detallada sobre la licitación y la convocatoria a una reunión extraordinaria.

A fines del mes pasado, un grupo de arquitectos vinculados al CONICET difundió una carta dirigida también a la rectora para expresar su rechazo al proyecto. Con 25 firmantes, entre ellos Raúl Francisco Romero Day, Eliana Bórmida y Graciela Moretti, aseguraron que la obra “se opone con lo planeado urbana y arquitectónicamente en su creación”, cuando se valoraron “las vistas hacia la montaña y la ciudad, incluso las pendientes y accidentes topográficos que se decidieron conservar como características del paisaje”.

Además, denunciaron que los muros agudizarán la “isla de calor urbana”, produciendo una “acumulación energética” que en verano “puede alcanzar una temperatura superior a los 80ºC”. “La elevación de un muro perimetral ciego, de paneles de hormigón premoldeado, sujetos por una doble viga de hormigón armado realizada colisiona fuertemente con el planteamiento urbano-arquitectónico del centro universitario”, agregaron.

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